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Felipe VI y Pedro Sánchez son compinches



Rodeado de barro y de dolor, el Rey Felipe VI alertaba hace dos días a las víctimas de la DANA de la abundancia de desinformación y bulos que circulan por España, pero olvidó decir que nadie miente y propaga más bulos que el gobierno de Sánchez.

La gente tiende a creer que el rey y Pedro Sánchez son dos seres opuestos y diferentes, pero la realidad demuestra que son parecidos y compinches. Millones de españoles creen ingenuamente que el Rey puede frenar los abusos de Sánchez, pero la realidad demuestra lo contrario.

El Rey permite que Sánchez le utilice como escudo y no pone objeción alguna a la hora de firmar sus leyes, algunas antidemocráticas y anticonstitucionales.

El Rey acepta la falsa teoría de que la Constitución no le permite hacer nada, cuando la verdad es que le ordena que haga algo tan importante como arbitrar y defender España cuando esté en peligro.

Él es el jefe supremo de las fuerzas armadas, pero no ejerce ese cargo y le deja todo el poder al gobierno, que maneja a la milicia a su antojo, promocionando a los militares dispuestos a someterse al poder de la Moncloa y marginando a los que piensan por su cuenta y sienten escrúpulos ante los destrozos que los políticos causan a España.

Si Sánchez es una máquina perfecta fabricando fango, mentiras y agresiones a la igualdad y la decencia, el Rey es una eficaz máquina de silencio cómplice ante la corrupción, los abusos de poder, las desigualdades y otros males causados a España por el sanchismo.

Si se analizan los hechos con limpieza y objetividad, la labor del Rey y la reina en Paiporta, consolando al mismo pueblo que acababa de expulsar a Sánchez con toda razón fue balsámica y beneficiosa para la Moncloa.
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Nos guste o no, el Rey es cómplice del sanchismo al no denunciar sus abusos y arbitrariedades, a pesar de que muchas de las medidas y actos del gobierno perjudican a la España que el monarca ha jurado defender.

En su libro "Manual de Resistencia", uno de los pasajes más sorprendentes es cuando Sánchez se pavonea de su relación con el Rey: "Conectamos de forma especial". Uno de los pasajes más llamativos del libro es su relato de su amistad con el Rey. En estos tiempos difíciles, cuando media España repudia a Sánchez por sus abusos, arbitrariedades, cercanía a la corrupción y otras miserias, sorprende a todos una realidad que últimamente se pretende ocultar porque conviene a la estrategia de la Moncloa: la relación de amistad que Sánchez mantiene con el monarca Felipe VI, y que, para sorpresa de todos, es una relación cercana que traspasa los límites institucionales.

En los tiempos duros de Rajoy, Sánchez cuenta que "En aquellos días intensos, Don Felipe y yo tuvimos la oportunidad de conocernos de verdad, en lo más personal, en una situación que ninguno de los dos buscábamos ni esperábamos, y en la que nos colocó la irresponsabilidad de otros", confiesa el Presidente español.

Desde entonces, esa amistad se ha mantenido firme y sólida, aunque está siendo ocultada porque los dos saben que perjudica a la figura del monarca.

¿Dice algo el Rey contra los impuestos abusivos y confiscatorios que el sanchismo cobra a los españoles? ¿Condena el Rey los ataques del sanchismo a las empresas y esos impuestos desmedidos que las restan competitividad y las hacen huir de España? ¿Alguién ha escuchado al monarca clamar contra las injusticias que representan el trato de favor que dispensa Sánchez a Cataluña y el País Vasco? ¿Ha condenado el Rey los indultos a delincuentes antiespañoles? ¿Alguien ha escuchado una condena del monarca de la amnistía y del perdón a los etarras? ¿Ha alzado la voz el Rey contra los abusos del feminismo y el acoso al varón en las leyes?

El silencio del rey ante el mal gobierno y el abuso de poder es estruendoso e indigno, como lo es el de cualquier español decente y que ame a su patria.

España está siendo acuchillada y el monarca se comporta como si no ocurriera nada. Eso es complicidad, aquí y en Pekín.

Nada contra el desequilibrio territorial, nada contra las agresiones de los socios de Sánchez contra España y su unidad, silencio del Rey ante los intentos del independentismo por romper la nación, ni una palabra contra la marginación de las comunidades autónomas no gobernadas por la izquierda, ni un grito contra los abusos comunistas perpetrados por SUMAR con el apoyo de Sánchez.

Algunos dirán que carece de sentido que el Rey actúe contra su gobierno y tienen razón porque la clave es que el rey no debería admitir tener un gobierno como el de Sánchez, contrario al interés de España y al bien común.

Francisco Rubiales

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Martes, 5 de Noviembre 2024
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