Información y Opinión

Estamos en guerra



Estamos en guerra, pero es una guerra de nueva generación, donde los misiles y los cañones han sido sustituidos por las noticias, las imágenes, los artículos, los bulos y los argumentos. Es la guerra informativa. Quien domine la información dominará la realidad y el futuro. Los estrategas del poder lo saben y están desplegando toda su potencia de fuego. Donald Trump, que era el gran obstáculo para la hegemonía de China y la victoria del Nuevo orden Mundial, ha sido derrotado por la información, mas que por los votos y la Justicia. El mundo está infectando la vida con datos, informes, imágenes y noticias que en realidad son armas de destrucción.
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Hemos dado a los políticos demasiado poder y ellos nos están cambiando el mundo y aplastando
La dictadura mundial ya es un hecho, pero, por el momento, funciona a medio gas, sin dar la cara por completo y no en todos los países del planeta, gestionada por peones del Nuevo Orden Mundial (NOM) que, fieles a las élites globalistas mundiales, desarrollan la primera fase de esa guerra mundial, que es la "fase informativa", cuyas armas son las mentiras y los bulos y cuyo principal objetivo es crear suficiente confusión, incertidumbre y miedo en las sociedades para que la tiranía que se prepara sobrevenga sin demasiada resistencia y traumas.

Hace días la noticia falsa de que el papa Francisco había sido detenido por delitos como la pederastia y otros vinculados a la corrupción atravesó el mundo de extremo a extremo. Se trataba de un misil lanzado por uno de los bandos que combaten en la guerra informativa. ¿El objetivo? no está claro, pero el misil crea confusión, genera inseguridad y dinamita los cimientos de un poderoso bando, el de los católicos. Aquello fue, sin duda, una batalla de la nueva guerra.

Quizás el verdadero objetivo sea anular la capacidad de discernir del ser humano, que, agobiado por la inflación de mensajes y la proliferación de mentira, carece ya de certezas y es capaz de creer cualquier cosa y, lo más importante, de permanecer indiferentes ante crímenes y abusos de poder perpetrados por las élites mundiales, que quieren cambiar el mundo y llevarlo hacia la tiranía sin que nadie se resista a esa terrible brutalidad.

En España, donde el gobierno de izquierdas que preside Pedro Sánchez ha alcanzado niveles casi inigualables de falsedad y mentira en esta guerra de información, la batalla es de una gran dureza y la está ganando el gobierno gracias al empleo masivo de dinero público en comprar medios de comunicación, periodistas y profesionales de la falsedad y el engaño. La victoria gubernamental se traduce en pérdida de derechos y libertades, imperio de la mentira y retroceso del país en casi todos los ámbitos, sobre todo en economía y ética.

La segunda fase de la guerra será el caos. El mundo, dirigido secretamente desde los palacios del poder y por los peones del NOM, se tornará inseguro, insalubre y tan poco acogedor que los ciudadanos más débiles pedirán una intervención autoritaria del Estado para acabar con la inseguridad y el desconcierto.

La tercera fase será ya la instauración, prácticamente en todo el planeta, de la nueva normalidad, que será un sistema dictatorial al estilo chino, con economía capitalista, dominado por la disciplina, la represión y el orden, impuestos por un Estado todopoderoso, dirigido por los peones del NOM, todos ellos obedientes a las élites oscuras y ocultas que acumulan el poder, el dinero y los recursos.

Aquellos países de que se resistan al nuevo orden serán tolerados, pero sólo en apariencia, porque serán asfixiados económicamente y aislados hasta que abran sus puertas a la tiranía mundial.

Ese es el proyecto que se abre paso en el mundo, apoyado por el viejo comunismo, la masonería, las fuerzas de izquierda y otras sectas llenas de ambición y ansias de poder, que se han aliado con el más oscuro y rancio capitalismo de las élites para acabar con la religiones que proclaman la libertad y la dignidad del hombre, sobre todo el cristianismo, y con la democracia, un sistema que ellos consideran inseguro, inestable e incapaz de garantizar la estabilidad y la disciplina que el mundo necesita, según ellos, para regular su población, hacer negocios y prosperar.

Fenómenos que hoy forman parte de nuestras vidas, como la Justicia independiente, los derechos humanos y las votaciones para elegir a nuestros representantes, están en declive y en vías de ser anulados, sin cabida en el mundo del NOM, donde son las élites las que decidirán quien gobierna y quien tiene derechos de primera, segunda o tercera clase.

No te quepa duda de que este no es un artículo conspiranoico, sino veraz y precursor de lo que se avecina. Es un retrato fugaz del nuevo mundo brutal que se está gestando ante nuestras narices y que pronto llamará a nuestras puertas con estruendo.

Francisco Rubiales


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Miércoles, 13 de Enero 2021
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