En Montenegro, tras un accidente de ferrocarril, ha dimitido hoy, voluntariamente, el Ministro de Transportes.
En España, para que un ministro de Transportes dimita, tendrían que accidentarse todos los trenes del país, con un saldo de miles de muertos, y entonces lo haría sólo por "presión mediática", defendiendo su gestión y presentándose como "victima".
¿Quién nos iba a decir que la democracia española tendría que aprender del ejemplo de la pseudodemocracia montenegrina? ¿Tan rápido y profundo ha sido el deterioro de nuestro sistema político?
España, que hace un cuarto de siglo fue modelo mundial de democracia, se cita hoy en los thinks tanks, escuelas y universidades de todo el mundo como ejemplo de lo que no debe hacerse en democracia, sobre todo en aspectos como la resistencia a la dimisión por parte de los dirigentes gubernamentales y el comportamiento de los partidos, que en lugar de exigir responsabilidades, protegen a los suyos hasta más allé de la razón y de la lógica.
En España, para que un ministro de Transportes dimita, tendrían que accidentarse todos los trenes del país, con un saldo de miles de muertos, y entonces lo haría sólo por "presión mediática", defendiendo su gestión y presentándose como "victima".
¿Quién nos iba a decir que la democracia española tendría que aprender del ejemplo de la pseudodemocracia montenegrina? ¿Tan rápido y profundo ha sido el deterioro de nuestro sistema político?
España, que hace un cuarto de siglo fue modelo mundial de democracia, se cita hoy en los thinks tanks, escuelas y universidades de todo el mundo como ejemplo de lo que no debe hacerse en democracia, sobre todo en aspectos como la resistencia a la dimisión por parte de los dirigentes gubernamentales y el comportamiento de los partidos, que en lugar de exigir responsabilidades, protegen a los suyos hasta más allé de la razón y de la lógica.