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España: una democracia para políticos y delincuentes, no para ciudadanos



Hoy puede ser un día nefasto para España si Pedro Sánchez consigue cerrar su ansiado pacto con Podemos para formar un gobierno que necesitará el apoyo de los independentistas que odian a España y que probablemente conducirá a nuestro país hasta el borde de la ruina económica y la degradación política y moral.

Lo sorprendente e irritante de ese posible pacto no es tanto su demencia intrínseca y su peligrosidad como el hecho de que pueda sellarse ante la pasividad de una sociedad española que ve venir la catástrofe y ni siquiera reacciona, una sociedad cobarde y castrada.

Estamos esperando como idiotas a que los mismos líderes políticos que han desgraciado a España, la han ensuciado con corrupciones y falsedades y han empobrecido, económica y moralmente a sus ciudadanos, formen gobierno con la esperanza de que limpien el país y gobiernen con justicia y democracia, ignorando ese gran principio infalible de la física y de la filosofía que dice que "no puede surgir el pelo del no pelo y el agua del fuego". Del mismo modo, es imposible que la regeneración, el buen gobierno, la justicia y la decencia puedan surgir de la degradada clase política española.

¿Que necesitamos los españoles para comprender de una vez que esta clase política sólo puede traernos desgracias y degeneración?
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Los españoles somos tan imbéciles que esperamos algo que es imposible: que los políticos se regeneren y adecenten este país, convertido por ellos en un estercolero, en una patria para beneficio de desalmados, corruptos, ladrones, ineptos y aprovechados.

La democracia es un sistema ideado para que los ciudadanos gobiernen indirectamente, a través de sus representantes, a los que deben controlar y obligar a que rindan cuentas ante el pueblo. Pero en España esa democracia ha sido degradada y envilecida hasta ser transformada en un sistema del que el ciudadano ha sido expulsado y que solo beneficia a los delincuentes y a los políticos.

Esperar la regeneración de los que se han corrompido y han degenerado el sistema es más absurdo que pedir peras al olmo.

¿Cómo se van a regenerar con lo a gusto que están los degenerados?

Conocí a un delincuente gaditano que, detenido pocos días después de la muerte del general Franco, dijo: "cuando entre esa democracia sí que voy a robar sin problemas y a gusto”. El muy sinvergüenza, ya con 70 años, hoy está forrado y nunca más volvió a pisar la cárcel.

Nos han engañado a todos y en lugar de instaurar una democracia, los políticos han impuesto una basura descontrolada e ideada para que triunfen y gocen los políticos, los delincuentes y todas las tribus de golfos, canallas, vagos y aprovechados, justo lo contrario de la democracia, que fue ideada para que germinarán los valores y los ciudadanos responsables.

En España existe una dictadura del Estado sobre la sociedad, una desgracia que el politólogo Carlos Rodríguez Hurtado explica magistralmente:

"El problema de España es que hay una dictadura del Estado sobre la sociedad. Mientras el Estado tiene dos elementos que asfixian a la sociedad como son su dimensión y su intervención, la sociedad no tiene mecanismos para regular las acciones del Estado, la sociedad civil no existe, no tenemos armas con que defendernos del intervencionismo del Estado y su intromisión en la vida de los ciudadanos. Desde marcar los horarios de los comercios hasta quitarte el 20% de los premios de la lotería e imponer un nuevo impuesto, todo lo puede hacer el Estado desde su más insultante prepotencia, teniendo en cuenta que, además, la mayoría de impuestos derivan de una mala gestión que el Estado nos hace pagar a la sociedad.

En España podrán nacer partidos emergentes y todo lo que queramos, pero mientras no se articule y organice una sociedad civil seguiremos pagando los platos rotos.

Francisco Rubiales

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Jueves, 7 de Abril 2016
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