Al margen de la sucia lucha entre políticos corruptos, las madres que se disponen a abortar deberían contemplar la imagen del bebé que portan, el que va a ser asesinado. Sería un hermoso apoyo a la vida, que no limita libertad alguna.
Lo del atentado contra los derechos de la mujer en Castilla y León ha sido mentira y montaje. Nunca se violaron derechos y sólo se trató de aumentar la información a las mujeres que se disponen a abortar, ofreciéndoles escuchar el latido del corazón vivo del bebé condenado a morir o ver la imagen del condenado en una ecografía realista. Pero el gobierno de Sánchez, que vive por y para la estafa al pueblo, lo convirtió en una algarada de ministros enfurecidos, de progres indignados y de periodistas corruptos, que coparon los medios de comunicación con la mentira y hasta amenazaron a los castellano leoneses con aplicarles un 155 sanitario.
VOX, un partido que nunca ha roto un mueble urbano ni jamás ha recurrido a la violencia callejera, como hacen constantemente los comunistas y los golpistas socios de Sánchez, es utilizado por el sanchismo gobernante como una amenaza que pone en peligro a la nación. Pura mentira y pura estafa inmoral.
La única verdad en el asunto de Castilla y León ha sido que el gobierno ha lanzado mentiras y cortinas de humo para ocultar lo que es una verdad lacerante: que hay ya más de doscientos delincuentes sexuales, entre los que hay pedófilos y violadores, que han visto rebajadas sus condenas o han sido liberados por culpa de una errónea y mal redactada ley de "Si es Sí", aprobada por el gobierno sanchista.
Sánchez y sus mentirosos sin ética han utilizado la misma estrategia de intimidación y estafa que usaron cuando recibieron cartas con balas en algunos ministerios, o una navajita con pintura roja, o cuando los alumnos varones de un colegio mayor lanzaron palabras groseras a las muchachas del colegio de enfrente o cuando a un tipo le grabaron "maricón" en el culo con un cutter, que después resultó ser una acusación falsa entre amantes. Todas esas tragedias aparentes, que iban a ser seriamente investigadas por la policía, se diluyeron como lo que en realidad eran: puro humo y puros montajes de políticos inmorales.
Hay decenas de tragedias en España, mucho más graves que el asunto de Castilla y León, que el gobierno oculta a los españoles, como por ejemplo la de los marroquíes que asaltan, agreden y violan con crueldad a pacíficos ciudadanos y el gobierno prohíbe a los medios de prensa corrompidos que lo divulguen, o el drama del endeudamiento de la nación, a un ritmo suicida de 6.000 millones de euros cada mes, o el aumento de la delincuencia en las ciudades españolas, o el incremento de los suicidios y las depresiones, o las vejaciones que sufre el hombre ante la ley sólo por ser hombre, o el nauseabundo y tiránico asalto que el gobierno realiza al poder judicial y a los altos tribunales y cien brutalidades y canalladas más que el sanchismo oculta para que los españoles sigan votándoles.
Tener un mal gobierno al frente de una nación es una desgracia, pero que ese gobierno, además de llevarnos a la ruina y el fracaso, sea inmoral, mentiroso y estafador, es toda una tragedia.
Francisco Rubiales
VOX, un partido que nunca ha roto un mueble urbano ni jamás ha recurrido a la violencia callejera, como hacen constantemente los comunistas y los golpistas socios de Sánchez, es utilizado por el sanchismo gobernante como una amenaza que pone en peligro a la nación. Pura mentira y pura estafa inmoral.
La única verdad en el asunto de Castilla y León ha sido que el gobierno ha lanzado mentiras y cortinas de humo para ocultar lo que es una verdad lacerante: que hay ya más de doscientos delincuentes sexuales, entre los que hay pedófilos y violadores, que han visto rebajadas sus condenas o han sido liberados por culpa de una errónea y mal redactada ley de "Si es Sí", aprobada por el gobierno sanchista.
Sánchez y sus mentirosos sin ética han utilizado la misma estrategia de intimidación y estafa que usaron cuando recibieron cartas con balas en algunos ministerios, o una navajita con pintura roja, o cuando los alumnos varones de un colegio mayor lanzaron palabras groseras a las muchachas del colegio de enfrente o cuando a un tipo le grabaron "maricón" en el culo con un cutter, que después resultó ser una acusación falsa entre amantes. Todas esas tragedias aparentes, que iban a ser seriamente investigadas por la policía, se diluyeron como lo que en realidad eran: puro humo y puros montajes de políticos inmorales.
Hay decenas de tragedias en España, mucho más graves que el asunto de Castilla y León, que el gobierno oculta a los españoles, como por ejemplo la de los marroquíes que asaltan, agreden y violan con crueldad a pacíficos ciudadanos y el gobierno prohíbe a los medios de prensa corrompidos que lo divulguen, o el drama del endeudamiento de la nación, a un ritmo suicida de 6.000 millones de euros cada mes, o el aumento de la delincuencia en las ciudades españolas, o el incremento de los suicidios y las depresiones, o las vejaciones que sufre el hombre ante la ley sólo por ser hombre, o el nauseabundo y tiránico asalto que el gobierno realiza al poder judicial y a los altos tribunales y cien brutalidades y canalladas más que el sanchismo oculta para que los españoles sigan votándoles.
Tener un mal gobierno al frente de una nación es una desgracia, pero que ese gobierno, además de llevarnos a la ruina y el fracaso, sea inmoral, mentiroso y estafador, es toda una tragedia.
Francisco Rubiales