Starmer ha ganado las elecciones, con mayoría absoluta, en el Reino Unido, pero el traspaso de poder a los laboristas, en teoría colegas socialistas del PSOE español, no significará, en modo alguno, el cese de las hostilidades y agresiones secretas de los británicos contra España,
El 16 de junio de 1779 España declaró la guerra a Gran Bretaña para recuperar Gibraltar. Fue, probablemente, el último gran gesto digno de España frente a los anglosajones, que desde entonces nos han ganado siempre y humillado, cuando y cuanto han podido.
El actual sometimiento de España a los anglosajones, especialmente a Estados Unidos y Gran Bretaña, es la nota más humillante de la existencia de los españoles. Norteamericanos y británicos nos controlan, manejan, humillan y conducen como si España fuera su juguete. Nadie sabe si lo hacen para vengarse de un pasado en el que España humilló a Inglaterra en los campos de batalla o porque despojar a España ha sido la raíz y la clave del poder norteamericano.
Casi la mitad del territorio actual de los Estados Unidos perteneció a España y le fue arrebatado a México cuando, con la ayuda de los anglos, Hispanoamérica obtuvo la independencia,
Buena parte del poder de los británicos en el siglo XIX, en el que lograron ser el gran imperio dominante en el mundo, fue financiado con el oro que España tenía en las capitales de América, que los ingleses se llevaron ante la permisividad cobarde de los "libertadores" Bolívar y otros.
Desde en siglo XV, España e Inglaterra están enfrentadas y la paz nunca se ha logrado por completo. Hoy, a pesar de ser dos países en teoría aliados dentro de la OTAN, las zancadillas y las cuchilladas siguen vigentes, sobre todo las que propina Londres a la débil y sumisa España, hoy gobernada por falsos demócratas altamente débiles y corrompidos.
Los anglosajones de America (Estados Unidos) nos arrebataron Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, en una truculenta guerra imperialista.
Gibraltar es el gran símbolo de las humillaciones del Reino Unido a España. Es la única colonia existente en Europa y crece a base de rapiñas y violaciones de los tratados originales, como lo demuestra el aeropuerto ilegal construido por los ingleses aprovechando la debilidad de España, y la inclusión de aguas territoriales en una colonia que nunca tuvo derecho a mares propios.
Los anglosajones diseñaron y controlaron la famosa Transición española, donde los servicios secretos tuvieron gran protagonismo. En lugar de construir una democracia, pilotaron que España padeciera una dictadura de partidos que constituye una fuente permanente de debilidad y conflictos internos, siempre con el pueblo sometido a sus políticos.
Franco, que era perfectamente consciente de los sucios manejos de la "Pérfida Albión", los mantuvo a raya durante su mandato, proyectó que España fuera una potencia nuclear y cerró la frontera de Gibraltar, uno de los gestos mas dignos y decentes de nuestra historia moderna.
Pero tras la muerte de Franco, la España de los políticos se arrodilló siempre ante Gran Bretaña y Estados Unidos, ofreciendo una imagen deleznable y babosa ante su propio pueblo y el mundo.
Felipe González, consciente de que debía en parte su poder a los anglosajones, brindó toda la ayuda imaginable a Gibraltar e hizo posible, con sus concesiones, que la colonia fuera un emporio de riqueza.
Hoy, con Pedro Sánchez, la sumisión a los anglosajones es mayúscula y vergonzosa.
Londres, cada vez que España muestra un gesto de fuerza e independencia, hace saber a los cobardes políticos españoles que pueden perder Canarias y amenazan sutilmente con apoyar a Marruecos, que es, con gran deferencia, un cuchillo en el cuello español que aprovechan nuestros enemigos.
Nadie lo admite en público porque a ninguna de las partes le interesa, pero la verdad es que las amenazas y daños de los anglosajones van mucho más lejos y afectan a la economía, a las empresas, al armamento, a las licitaciones y concursos internacionales y a la presencia de España en los grandes foros donde se deciden los destinos del mundo. Los anglosajones hacen lo posible, en todo los frentes, por debilitar las posiciones de España y su poder de decisión en la geopolítica mundial.
Francisco Rubiales
El 16 de junio de 1779 España declaró la guerra a Gran Bretaña para recuperar Gibraltar. Fue, probablemente, el último gran gesto digno de España frente a los anglosajones, que desde entonces nos han ganado siempre y humillado, cuando y cuanto han podido.
El actual sometimiento de España a los anglosajones, especialmente a Estados Unidos y Gran Bretaña, es la nota más humillante de la existencia de los españoles. Norteamericanos y británicos nos controlan, manejan, humillan y conducen como si España fuera su juguete. Nadie sabe si lo hacen para vengarse de un pasado en el que España humilló a Inglaterra en los campos de batalla o porque despojar a España ha sido la raíz y la clave del poder norteamericano.
Casi la mitad del territorio actual de los Estados Unidos perteneció a España y le fue arrebatado a México cuando, con la ayuda de los anglos, Hispanoamérica obtuvo la independencia,
Buena parte del poder de los británicos en el siglo XIX, en el que lograron ser el gran imperio dominante en el mundo, fue financiado con el oro que España tenía en las capitales de América, que los ingleses se llevaron ante la permisividad cobarde de los "libertadores" Bolívar y otros.
Desde en siglo XV, España e Inglaterra están enfrentadas y la paz nunca se ha logrado por completo. Hoy, a pesar de ser dos países en teoría aliados dentro de la OTAN, las zancadillas y las cuchilladas siguen vigentes, sobre todo las que propina Londres a la débil y sumisa España, hoy gobernada por falsos demócratas altamente débiles y corrompidos.
Los anglosajones de America (Estados Unidos) nos arrebataron Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, en una truculenta guerra imperialista.
Gibraltar es el gran símbolo de las humillaciones del Reino Unido a España. Es la única colonia existente en Europa y crece a base de rapiñas y violaciones de los tratados originales, como lo demuestra el aeropuerto ilegal construido por los ingleses aprovechando la debilidad de España, y la inclusión de aguas territoriales en una colonia que nunca tuvo derecho a mares propios.
Los anglosajones diseñaron y controlaron la famosa Transición española, donde los servicios secretos tuvieron gran protagonismo. En lugar de construir una democracia, pilotaron que España padeciera una dictadura de partidos que constituye una fuente permanente de debilidad y conflictos internos, siempre con el pueblo sometido a sus políticos.
Franco, que era perfectamente consciente de los sucios manejos de la "Pérfida Albión", los mantuvo a raya durante su mandato, proyectó que España fuera una potencia nuclear y cerró la frontera de Gibraltar, uno de los gestos mas dignos y decentes de nuestra historia moderna.
Pero tras la muerte de Franco, la España de los políticos se arrodilló siempre ante Gran Bretaña y Estados Unidos, ofreciendo una imagen deleznable y babosa ante su propio pueblo y el mundo.
Felipe González, consciente de que debía en parte su poder a los anglosajones, brindó toda la ayuda imaginable a Gibraltar e hizo posible, con sus concesiones, que la colonia fuera un emporio de riqueza.
Hoy, con Pedro Sánchez, la sumisión a los anglosajones es mayúscula y vergonzosa.
Londres, cada vez que España muestra un gesto de fuerza e independencia, hace saber a los cobardes políticos españoles que pueden perder Canarias y amenazan sutilmente con apoyar a Marruecos, que es, con gran deferencia, un cuchillo en el cuello español que aprovechan nuestros enemigos.
Nadie lo admite en público porque a ninguna de las partes le interesa, pero la verdad es que las amenazas y daños de los anglosajones van mucho más lejos y afectan a la economía, a las empresas, al armamento, a las licitaciones y concursos internacionales y a la presencia de España en los grandes foros donde se deciden los destinos del mundo. Los anglosajones hacen lo posible, en todo los frentes, por debilitar las posiciones de España y su poder de decisión en la geopolítica mundial.
Francisco Rubiales