Zapatero y Miguel Sebastian
Tras analizar los contenidos recientes de la prensa española, plagada de escándalos urbanísticos, corrupción política y enfrentamientos cainitas entre políticos de uno y otro bando, resulta evidente que el mayor riesgo para la hasta hace poco orgullosa y querida democracia española no es ya su consumada transformación en una "Partitocracia" o su corrupción galopante, sino algo todavía peor: su repugnante deslizamiento hacia la "Coprocracia".
Recurramos al griego para saber que es "Coprocracia": viene de "cracia", que significa "gobierno" o "poder" y de "copro", que significa "caca" o mas bien "mierda", lo que configura una palabra que significa "el gobierno de los excrementos" o el "poder de la mierda".
Los últimos escándalos que afligen a la sociedad española son especialmente graves porque afectan al corazón del poder político representativo y tienen su nido en la misma Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno de España, concretamente en los asesores económicos del presidente Zapatero, acusados por el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, de actuaciones irregulares en dos casos importantes: la reciente OPA a ENDESA y el fallido asalto al BBVA, en 2005.
Esas acusaciones, objetivamente gravísimas, han inclinado al Partido Popular a acusar al gobierno ante la Fiscalía Anticorrupción, mientras que los españoles desayunan hoy con otro escándalo de corrupción repugnante, denunciado por el diario "El Mundo", según el cual El PSOE de Ibiza pactó 1,5 millones de euros de comisión por un ‘pelotazo’ urbanístico. El que fue hasta noviembre pasado 'número uno' del PSOE en Ibiza revela en las grabaciones a una edil que la promotora Brues dará un cohecho «en negro» a cambio del mayor proyecto urbanístico. Roque López añade: «Es el mayor pastel de la historia de la ciudad».
Con numerosos alcaldes detenidos y muchos cientos de alcaldes y concejales sospechosos o acusados de corrupción, la democracia española muestra síntomas alarmantes de podredumbre, agravados por el duro enfrentamiento entre gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de corruptos en público, ofreciendo a los ciudadanos, de manera irresponsable, un panorama repugnante de la política y del sistema.
Algunos observadores y analistas empiezan ya a mencionar la palabra maldita "coprocracia" o "gobierno del excremento" para definir la situación reinante o, al menos, lo que se encuentra ahí mismo, si el terrible deterioro de la vida política y del prestigio de los gobernantes sigue avanzando al mismo ritmo y por la misma ruta.
Nosotros, en Voto en Blanco, creemos que los últimos escándalos, sobre todo los denunciados por Manuel Conthe, sí son característicos ya de una "coprocracia" en proceso de fermentación, sobre todo porque afectan al corazón del poder y porque los ciudadanos cada día confian menos en que existan soluciones, ya que los partidos políticos, que al parecer se sienten blindados ante la Justicia y la furia indignada de los ciudadanos, se han lanzado a una desenfrenada lucha por el poder, sin etica y sin decencia.
Sin duda, son los "coprócratas", por desgracia abundantes en las filas de muchos partidos políticos españoles, los principales culpables de la feroz y veloz degradación de la democracia española.
Recurramos al griego para saber que es "Coprocracia": viene de "cracia", que significa "gobierno" o "poder" y de "copro", que significa "caca" o mas bien "mierda", lo que configura una palabra que significa "el gobierno de los excrementos" o el "poder de la mierda".
Los últimos escándalos que afligen a la sociedad española son especialmente graves porque afectan al corazón del poder político representativo y tienen su nido en la misma Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno de España, concretamente en los asesores económicos del presidente Zapatero, acusados por el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, de actuaciones irregulares en dos casos importantes: la reciente OPA a ENDESA y el fallido asalto al BBVA, en 2005.
Esas acusaciones, objetivamente gravísimas, han inclinado al Partido Popular a acusar al gobierno ante la Fiscalía Anticorrupción, mientras que los españoles desayunan hoy con otro escándalo de corrupción repugnante, denunciado por el diario "El Mundo", según el cual El PSOE de Ibiza pactó 1,5 millones de euros de comisión por un ‘pelotazo’ urbanístico. El que fue hasta noviembre pasado 'número uno' del PSOE en Ibiza revela en las grabaciones a una edil que la promotora Brues dará un cohecho «en negro» a cambio del mayor proyecto urbanístico. Roque López añade: «Es el mayor pastel de la historia de la ciudad».
Con numerosos alcaldes detenidos y muchos cientos de alcaldes y concejales sospechosos o acusados de corrupción, la democracia española muestra síntomas alarmantes de podredumbre, agravados por el duro enfrentamiento entre gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de corruptos en público, ofreciendo a los ciudadanos, de manera irresponsable, un panorama repugnante de la política y del sistema.
Algunos observadores y analistas empiezan ya a mencionar la palabra maldita "coprocracia" o "gobierno del excremento" para definir la situación reinante o, al menos, lo que se encuentra ahí mismo, si el terrible deterioro de la vida política y del prestigio de los gobernantes sigue avanzando al mismo ritmo y por la misma ruta.
Nosotros, en Voto en Blanco, creemos que los últimos escándalos, sobre todo los denunciados por Manuel Conthe, sí son característicos ya de una "coprocracia" en proceso de fermentación, sobre todo porque afectan al corazón del poder y porque los ciudadanos cada día confian menos en que existan soluciones, ya que los partidos políticos, que al parecer se sienten blindados ante la Justicia y la furia indignada de los ciudadanos, se han lanzado a una desenfrenada lucha por el poder, sin etica y sin decencia.
Sin duda, son los "coprócratas", por desgracia abundantes en las filas de muchos partidos políticos españoles, los principales culpables de la feroz y veloz degradación de la democracia española.