Una encuesta realizada entre más de diez mil niños españoles y dada a conocer la pasada semana revelaba que el inmigrante más rechazado en España es el marroquí. Casi cuatro de cada diez niños dicen que no quisieran tener a un marroquí en el pupitre de al lado. El reciente asesinato de un subsahariano por un marroquí en el pueblo almeriense La Mojonera y los disturbios violentos posteriores al crimen han debido disparar todavía más el rechazo al inmigrante magrebí.
Las encuestas lo dicen una y otra vez: el inmigrante de Marruecos es el que tiene peor imagen y más rechazo, superando, incluso, al tradicional rechazo del español por los gitanos. Entre un gitano y un marroquí, los españoles prefieren ya al gitano.
Aunque el rechazo a los extranjeros ha crecido de manera importante desde que España se ha convertido en un país receptor de inmigrantes, ya con más de cinco millones, la valoración del marroquí es especialmente baja y no para de descender, según las encuestas. Los españoles perciben al marroquí como intolerante, violento, incapaz de insertarse, arrogante e insidioso.
En el lado opuesto, los inmigrantes mejor valorados son los europeos, con excepción de los rumanos, a los que se confunde con gitanos y son objeto de un gran rechazo, los asiáticos y los latinoamericanos, aunque el rechazo a estos últimos se ha triplicado en los últimos años.
La imagen del marroquí en España está tan deteriorada que el reino de Marruecos debería invertir con urgencia en mejorarla.
Las encuestas lo dicen una y otra vez: el inmigrante de Marruecos es el que tiene peor imagen y más rechazo, superando, incluso, al tradicional rechazo del español por los gitanos. Entre un gitano y un marroquí, los españoles prefieren ya al gitano.
Aunque el rechazo a los extranjeros ha crecido de manera importante desde que España se ha convertido en un país receptor de inmigrantes, ya con más de cinco millones, la valoración del marroquí es especialmente baja y no para de descender, según las encuestas. Los españoles perciben al marroquí como intolerante, violento, incapaz de insertarse, arrogante e insidioso.
En el lado opuesto, los inmigrantes mejor valorados son los europeos, con excepción de los rumanos, a los que se confunde con gitanos y son objeto de un gran rechazo, los asiáticos y los latinoamericanos, aunque el rechazo a estos últimos se ha triplicado en los últimos años.
La imagen del marroquí en España está tan deteriorada que el reino de Marruecos debería invertir con urgencia en mejorarla.