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España necesita limitar los poderes y acortar la vida de los gobiernos en funciones





Para evitar en el futuro los abusos y excesos cometidos por el gobierno socialista en funciones, que ha aprobado subvenciones para sus amigos y colocado a personas afines en puestos públicos después de haber perdido las elecciones, un comportamiento antidemocrático y ajeno a toda ética política, es necesario y urgente que se recorten y limiten los poderes de los gobiernos en funciones y se acorte el periodo de transición entre un gobierno y otro.

Esa reforma, a juzgar por lo ocurrido, vergonzoso y degradante para cualquier democraia, debe ser prioritaria y urgente.

Lo que ha hecho el PSOE en la etapa de transición no es "ejemplar" como afirma el PP, sino escandaloso. La lluvia de subvenciones, aprobadas y publicadas por el BOE a pesar de la crisis general y de la austeridad obligada, es una desvergüenza, como también lo son los nombramientos de última hora de cargos que, sin duda alguna, serán cesados dentro de pocas semanas, `por el nuevo gobierno. Dos de los nombramientos recientes, aprobados el 26 de noviembre, son los de Clemente García Valera, como director de Gabinete del secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, y el de Fernando Javier Valdés Verelst, como responsable del Departamento de Gestión Económica, Financiera y Presupuestaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

En los meses previos a la gran derrota socialista, cuando las encuestas ya vaticinaban que el PP se haría con el poder, los socialistas apretaron el acelerador para nombrar cargos y conceder subvenciones a los suyos, demostrando una escasez de ética asombrosa y escandalosa. El abuso ha llegado, incluso, al nombramiento de socialistas al frente de instituciones y organismos que, por sus funciones, deben ser independientes en democracia, como son, entre otros, los instrumentos reguladores del Estado.

La lluvia de subvenciones ha sido clamorosa, sobre todo la última publicada, de 600.000 euros para el cine totalitario castrista. Pero también se han producido nombramientos en la cúpula policial, donde los amigos de los socialistas han quedado bien situados, y en numerosas empresas públicas y departamentos del poder, donde algunos socialistas han encontrado aparcamiento con derecho a indemnización.

El comportamiento de los socialistas en su etapa final refleja y confirma, con pruebas reales, no sólo el profundo deterioro moral de ese partido y su nulo respeto a la democracia, sino también la podredumbre de la política española, en la que resulta inexplicable que, ante los abusos cometidos por el gobierno en funciones, ya derrotado por los ciudadanos, los miembros del nuevo gobierno popular, con Rajoy a la cabeza, afirmen que el "trasvase" de poder ha sido "ejemplar".


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Martes, 27 de Diciembre 2011
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