Información y Opinión

España muere por falta de niños





España se muere como cultura y como nación, no tanto por los desatinos y errores de sus gobernantes, sino por falta de niños, porque las mujeres no quieren parir y la población envejece a ritmo de vétigo.

Es cierto que la llegada masiva de inmigrantes palia el envejecimiento, pero lo hace de manera traumática, a cambio de distorsionar la cultura autóctona y de destruir tradiciones, costumbres y signos de identidad.

Desde el poder político se estimula una sociedad egoista y sin valores, donde suenan fuertes las llamadas al consumo y al hedonismo, mientras que el mundo de la generosidad y de los valores permanece en la sombra. El grito "no seas madre" es una de las llamadas dominantes, como lo demuestran las cifras: Al final del 2006 en España había 45,12 millones de personas, de las que el número de españoles empadronados sufre un aumento neto de 70.000 (0,17%), mientras que los “extranjeros” sumaron 338.000 (8,17%) personas más.

Es tan grande la destrucción de la identidad que, tarde o temprano, la sociedad española tendrá que reaccionar, aunque quizás lo haga cuando ya no existan remedios eficaces.

El gobierno, insensible a los valores de la nación y a la identidad, no reacciona ante el desprecio a la maternidad y la falta de nacimientos. Las ayudas a los matrimonio con hijos son mínimas, como si se quisiera penalizar la paternidad.

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Viernes, 29 de Junio 2007
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