Información y Opinión

España: la opacidad del gobierno no es 'prudencia', sino un reflejo totalitario





imagen cedida por www.lakodorniz.com
El gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero pretende justificar sus continuos ocultamientos de información como "prudencia", olvidando que la opacidad, en democracia, es siempre un peligroso reflejo totalitario que envilece el sistema y emponzoña la relación entre el poder y los ciudadanos.

El gobierno de ZP ha ocultado recientemente ataques a las tropas españolas en Afganistán, cuyo entorno es cada vez más bélico, pese a lo cual el gobierno se empeña en considerarla como una misión de paz. El gobierno, obsesionado por presentar ante la ciudadanía una imagen atractiva y positiva del terrorismo etarra, con el que negocia en secreto, ha ocultado también a la opinión pública la colocación de bombas y decenas de indicios más relacionados con el terrorismo etarra, como el incremento de la actividad de los comandos en España, la extorsión a empresarios o el descubrimiento de zulos recientes.

En sus declaraciones, el gobierno pretende justificar su constante tergiversación y ocultamiento de la verdad como "prudencia" informativa, cuando no existe un sólo politólogo de prestigio que no considere la opacidad como un reflejo totalitario, antagónico con una democracia que exige transparencia, luz, taquígrafos y respeto irrestricto a la verdad.

La obsesión gubernamental por "proteger" la imagen de los terroristas le está llevando a violar las reglas del juego democrático. Esa línea de actuación, claramente contraria a la democracia, se manifiesta no sólo en la opacidad sino también en la utilización de un lenguaje confuso, compuesto de medias verdades y medias mentiras, que no sólo emplea ante la opinión pública sino también en su diálogo con la oposición.

El problema de la opacidad y del engaño es grave, sobre todo si hacemos caso a numerosos pensadores y expertos, según los cuales, cuando los gobernantes traspasan ciertos límites y se llega a violar la democracia, se deja de ser demócrata y después resulta extremadamente difícil, casi imposible, volver atrás y retornar a una política digna, no opresiva y de respeto a los ciudadanos.


Franky  
Lunes, 25 de Diciembre 2006
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