Zapatero garantizó en la campaña electoral, ante la euforia de sus "hooligans", que mientras él fuera presidente no habría trasvase, pero ahora ha decidido lo contrario, mientras que su corte de pelotas, sometidos y aduladores argumenta que llevar agua a Barcelona desde el Ebro no es un trasvase sino otra cosa, quizás un "minitrasvase", como le llama el diario "Público", "trasfusiones", como la denomina Iñaki Gabilondo, o "Aportación Puntual de Agua", como denomina el gobierno a esa operación pro-catalana que costará más de 150 millones de euros.
Se trata de una obra contemplada en el Plan Hidrológico Nacional, que derogó Zapatero nada más llegar al Gobierno, y que contaba con financiación europea, fondos que se perdieron. Ahora la obra la pagarán todos los españoles.
El trasvase rompe de nuevo la igualdad en España, que es el valor supremo de las democracias, beneficiando de nuevo a Cataluña, la región favorita del poder, ya favorecida hasta la indecencia en el nuevo Statut, que probablemente será declarado legal sólo porque el gobierno ha logrado controlar al Tribunal Constitucional.
Agua trasvasada para Barcelona, pero no para Valencia, Murcia y Almería. Un nuevo abuso de poder, un nuevo acto de política injusta que demuestra que la mentira, la desigualdad, el engaño y la manipulación siguen plenamente vigentes en este segundo periodo triunfal de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Acaso nos se ha quedado Cristina Narbona sin cartera por oponerse a los deseos de los socialistas catalanes?
Flaco favor al futuro de la izquierda hace Zapatero con esas actitudes políticamente indecentes, en favor de la desigualdad y la injusticia.
Se trata de una obra contemplada en el Plan Hidrológico Nacional, que derogó Zapatero nada más llegar al Gobierno, y que contaba con financiación europea, fondos que se perdieron. Ahora la obra la pagarán todos los españoles.
El trasvase rompe de nuevo la igualdad en España, que es el valor supremo de las democracias, beneficiando de nuevo a Cataluña, la región favorita del poder, ya favorecida hasta la indecencia en el nuevo Statut, que probablemente será declarado legal sólo porque el gobierno ha logrado controlar al Tribunal Constitucional.
Agua trasvasada para Barcelona, pero no para Valencia, Murcia y Almería. Un nuevo abuso de poder, un nuevo acto de política injusta que demuestra que la mentira, la desigualdad, el engaño y la manipulación siguen plenamente vigentes en este segundo periodo triunfal de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Acaso nos se ha quedado Cristina Narbona sin cartera por oponerse a los deseos de los socialistas catalanes?
Flaco favor al futuro de la izquierda hace Zapatero con esas actitudes políticamente indecentes, en favor de la desigualdad y la injusticia.