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España, gobernada por torpes, imbéciles y mezquinos



La DANA ha desnudado a los políticos españoles, que aparecen ante el mundo como basura inepta, sin ética ni grandeza. La gente, por fin, se está convenciendo de una verdad terrible: España está gobernada por una pandilla de torpes, imbéciles y mezquinos.

Los españoles tenemos que ser más exigentes con la gentuza que nos gobierna. No pueden seguir exhibiendo su arrogancia y su poder, usando aviones y helicópteros públicos, ni cobrando altos sueldos del erario, ni disfrutando de enormes privilegios cuando no saben dar la talla, escandalizan por su estupidez, se echan la culpa unos a otros, se pelean, abandonan al pueblo, no son ejemplares, ni demuestran eficacia, ni tienen soluciones para los problemas.

En la DANA ha fallado todo: la comunicación, el servicio al pueblo, la eficacia, la coordinación entre administraciones y un largo etcétera. Parte del desastre se le debe a la naturaleza desatada, pero otra parte importante se la debemos a la torpeza e imbecilidad de nuestros dirigentes.

Las alertas han llegado tarde y mal, los ríos no estaban limpios, no había policía suficiente para ayudar y defender al pueblo desolado, no han sabido impedir los robos y saqueos.

Mucha destrucción y muerte se debe a la imbecilidad de los políticos, a los que el pueblo debe aprender a controlar y a exigirles. eficacia y acierto.

Esos miserables fracasados tienen que tenerle miedo a los ciudadanos, no al revés. Ellos están a nuestro servicio, no al revés. Los políticos españoles han convertido la política en un basurero y confirman cada día la veracidad de la sentencia que dice que "La política es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos".

El pueblo se siente sólo y no es justo. España es un país rico y no hay derecho a que la gente carezca de agua, de alimentos y del socorro público que necesita.

Si se cumpliera la voluntad del pueblo en este momento, las cárceles de España se llenarían de políticos fracasados.
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Devastación en una España mal gobernada por pandillas de políticos imbéciles y mezquinos
Son tan tan inútiles y malvados que han aprovechado el caos y el dolor de la DANA para subir los impuestos del diesel y apoderarse de la radio y televisión española (RTVE) como si fuera un botín de guerra.

Son tan mezquinos que algunos ciudadanos piensan que en la Moncloa deben sentirse felices porque el pueblo, gracias a la DANA asesina, ha dejado de pensar en los corruptos Ábalos, Begoña, Koldo y el propio Sánchez.

El fracaso de la clase polític española ante los torrentes de agua, que dejará más de doscientos muertos y las infraestructuras valencianas dañadas durante años, ha sido escandaloso. Todo ha llegado tarde, desde las alertas hasta la información y las ayudas. Los refuerzos militares todavía no han llegado, mientras las administraciones se acusan unas a otras.

Ha faltado decisión, lucidez y altura. El Ministerio del Interior tenía que haber dado el paso adelante necesario, para el que está habilitado, sin esperar a que la administración autonómica lo pida. Los políticos cubren su escalofriante imbecilidad acusando al adversario, proyectando una imagen inquietante de estupidez y bajeza que el ciudadano debería impedir en el futuro, empujando hasta los tribunales a los arrogantes culpables.

Si es cierto, como afirman, que el desastre se debe en parte a la demolición de presas en los cauces fluviales, los responsables de ese error deben pagarlo ante el juez.

No hay excusas y la única reacción razonable de los españoles en democracia es sustituir a la actual clase política por otra más humana, eficiente y obligada a servir al pueblo no a servirse de los ciudadanos. Los nuevos políticos deben tener miedo a los ciudadanos y deberán aprender que la política no es otra cosa que la búsqueda de la felicidad para los habitantes de un país.

Lo único que debemos agradecer a la DANA es que, además de dolor, destrucción y muerte, está aportante lucidez a España y una sana indignación a la ciudadanía, ya harta de soportar a miserables, chorizos y tipejos en el poder. Menos privilegios, menos aviones Falcon, menos ostentación, menos televisión, menos entrevistas pactadas, menos medios de comunicación comprados con dinero público, menos impuestos, más ayudas a las empresas, menos mentiras, menos estafas y más decencia, dignidad y amor a España.

¿Queréis una imagen que refleja toda la mezquindad y bajeza de nuestros gobernantes? El PSOE aprovechaba la confusión de la DANA para homenajear a las víctimas de Franco, subir impuestos y asaltar la radio y TV española, mientras la gente moría en Valencia.

Francisco Rubiales

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Viernes, 1 de Noviembre 2024
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