El Toro de España, lleno de bravura y nobleza, está llamado a derrotar el sanchismo dictatorial, depredador de la libertad y del Estado de Derecho en España.
Torpedos
España está gobernada por un enemigo de la nación, la libertad y la democracia
Los antiguos filósofos decían que no puede salir el bien del mal, el pelo del no pelo y que del agua no puede surgir del fuego. Si se aplica ese principio básico a la actual política española, puede afirmarse que de Pedro Sánchez no puede salir nada que sea bueno para España y para su pueblo, sino sólo maldad, dolor y desgracia.
Pedro Sánchez es ya presidente del gobierno y ha sido designado no por el pueblo, que no le ha otorgado en las urnas la mayoría necesaria, sino por traidores miserables que quieren destruir España, como Puigdemont, Otegui, Junqueras y otros de similar calaña. Es a ellos a quien debe lealtad, no al pueblo español.
Los hechos demuestran que Sánchez ha accedido al poder no como un líder ciudadano, sino como un enemigo de España y como tal merece ser tratado.
Que nadie dude que a España le queda que sufrir un calvario durante el sanchismo, no sólo porque su gobierno está presidido por un tipo sin moral ni decencia, sino porque el presidente es rehén de la peor basura de la nación, de partidos que sueñan con la rotura y destrucción de España.
El Sánchez secuestrado por los golpistas, comunistas y antiguos terroristas es un obstáculo para la libertad, la democracia y el verdadero progreso de España, un país al que está dispuesto a seguir arruinando política, moral y económicamente.
Alguien que antepone sus propios intereses a los de la nación y al bien común, que gobierna contra la voluntad de los ciudadanos, más del 65 por ciento de los cuales se oponen a la amnistía, que viola la Constitución y que no se atiene a las reglas de la democracia no merece respeto y debe ser considerado enemigo de la nación y del pueblo.
Sánchez es enemigo de España por muchas razones de peso, entre ellas porque ha asaltado la Justicia, porque ha puesto a esbirros al frente del Tribunal Constitucional, la Fiscalía y otros muchos sectores del poder, siempre con ánimo de controlar las instituciones y la totalidad del poder. También ha asesinado la democracia, ha violado la Constitución, ha liquidado la vital separación de poderes, ha quitado al ciudadano soberanía e influencia, está exterminando a las clases medias y ha construido el más injusto y depredador infierno fiscal de Europa. Ha destrozado el prestigio de España en el mundo, ha devaluado la influencia de España en los foros internacionales, se ha enemistado con países como Argelia y Rusia, ha perdido la confianza de Bruselas y de los órganos rectores de la Unión Europea, la OTAN, la OCDE y otros grandes foros, además de espantar a las empresas e inversores, haber endeudado el país hasta la locura y alimentado el abuso de poder, la corrupción e instaurado la mentira y el engaño como políticas de Estado.
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Sábado, 18 de Noviembre 2023
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