El gobierno de España está haciendo encomiables esfuerzos por reducir la sangría de muertes provocadas por el tráfico, pero comete el error de utilizar sólo la vía de la represión, cuando todos sabemos que el mayor problema del tráfico español no son los perseguidos y castigados conductores, sino el mal estado de las carreteras, las peores de la Europa desarrollada.
España se siente obligada a tomar medidas eficientes en materia de tráfico porque se ha comprometido, como el resto de los paises de la Unión Europea, a reducir antes del 2010 en un 50% el número de víctimas de las carreteras.
Tras haber aterrorizado a los conductores con el carnet por puntos, ante la escasa incidencia de esa media represiva en el balance de muertes, el gobierno de Zapatero también ha endurecido las leyes y considera delito con pena de cárcel la velocidad excesiva y el alto volumen de alcohol en la sangre.
Sin embargo, nada se dice del verdadero problema, el de las carreteras secundarias, donde se producen nueve de cada diez accidentes mortales, carreteras mal trazadas, estrechas y peor mantenidas, verdaderas tumbas para los conductores porque el gobierno prefiere invertir en otras actuaciones electoralmente más rentables.
España se siente obligada a tomar medidas eficientes en materia de tráfico porque se ha comprometido, como el resto de los paises de la Unión Europea, a reducir antes del 2010 en un 50% el número de víctimas de las carreteras.
Tras haber aterrorizado a los conductores con el carnet por puntos, ante la escasa incidencia de esa media represiva en el balance de muertes, el gobierno de Zapatero también ha endurecido las leyes y considera delito con pena de cárcel la velocidad excesiva y el alto volumen de alcohol en la sangre.
Sin embargo, nada se dice del verdadero problema, el de las carreteras secundarias, donde se producen nueve de cada diez accidentes mortales, carreteras mal trazadas, estrechas y peor mantenidas, verdaderas tumbas para los conductores porque el gobierno prefiere invertir en otras actuaciones electoralmente más rentables.