El diario ABC publica hoy un artículo titulado Aído gasta 26.000 euros en «un mapa de excitación sexual del clítoris» que demuestra hasta que punto el actual gobierno de Zapatero, inconsciente e insensible al drama de millones de parados y pobres que inundan las calles de España, sigue adelante con su injusto despilfarro, un abuso de poder que debería ser considerado como "delito" por la Justicia en estos tiempos de drama y sufrimiento.
Delito debería ser gastar dinero público en programas y actuaciones innecesarias, cuando hay más de un millón de familias sin prestaciones y ciuando los servicios sociales retiran apoyo a la población por falta de fondos. Delito debería ser colocar a dedo a los familiares y amigos del poder, cuando cinco millones de españoles están en el desempleo y la desesperación. Delito debería ser gastar decenas de millones de euros en publicidad y propaganda superflua del poder, contratada sin otro fin que ocultar a los ciudadanos el drama que vivimos y los graves peligros que, por causa del mal goobierno, amenazan a la nación. Delito deberían ser los mil abusos y errores que el poder, sin sentido de la democracia y sin control ciudadano alguno, comete a diario en esta España desventurada.
Los siguientes son algunos párrafos del artículo citado:
El Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído, a través del Instituto de la Mujer, continúa dilapidado cientos de miles de euros destinados a la «realización de investigaciones relacionadas con estudios feministas, de las mujeres y del género».
Ayer el BOE publicaba otra relación de subvenciones. En total esta nueva remesa de ayudas asciende a 845.803 euros a repartirse entre 22 investigadores de los cuales, casualmente, 21 son mujeres. La inesperada y poco igualitaria cuota masculina recayó en Borja Mapelli de la Universidad de Sevilla: 50.000 euros para analizar la «exclusión social y violencia de género en los centros penitenciarios de mujeres en Andalucía». Entre los otros afortunados, destaca un proyecto para la «elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia», que estará a cargo de la profesora Nieves Martín Alguacil de la Universidad Complutense de Madrid.
Aurelia Martín Casares de la Universidad de Granada percibirá 22.767 euros para estudiar las «Reparaciones europeas contemporáneas y memoria de la esclavitud: esclavas negro-africanas y españolas abolicionistas (Siglos XVI al XIX)». Otros 50.000 euros se los embolsará Amelia Valcárcel de la UNED por un trabajo sobre «Ética, religión y normativa de género». Y Susana Andrés, de la Fundación para la Investigación Biomédica, recibirá 43.484 euros para profundizar sobre «los trastornos de la conducta alimentaria»... se supone que de las mujeres.
Este derroche se viene a sumar a otros trabajos ya subvencionados con anterioridad en favor del feminismo. El pasado mes de enero el BOE ya destinó partidas del Instituto de la Mujer por un montante de casi 600.000 euros para la realización de «postgrados universitarios sobre estudios de feminismo, de las mujeres y de género» de los que se aprovecharon organizaciones afines al PSOE como la Fundación Isonomía, cuyo patrono es el rector de la Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, muy cercano a Ferraz. Isonomía se embolsó entonces 60.000 euros para impartir cinco cursos.
En septiembre pasado se asignaron otros 200.000 euros para apoyar el «fomento de la edición de publicaciones relacionadas con las mujeres», con obras tan interesantes como «Las psicólogas hablan de psicología» o «Doria Shafik, feminista egipcia».
Delito debería ser gastar dinero público en programas y actuaciones innecesarias, cuando hay más de un millón de familias sin prestaciones y ciuando los servicios sociales retiran apoyo a la población por falta de fondos. Delito debería ser colocar a dedo a los familiares y amigos del poder, cuando cinco millones de españoles están en el desempleo y la desesperación. Delito debería ser gastar decenas de millones de euros en publicidad y propaganda superflua del poder, contratada sin otro fin que ocultar a los ciudadanos el drama que vivimos y los graves peligros que, por causa del mal goobierno, amenazan a la nación. Delito deberían ser los mil abusos y errores que el poder, sin sentido de la democracia y sin control ciudadano alguno, comete a diario en esta España desventurada.
Los siguientes son algunos párrafos del artículo citado:
El Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído, a través del Instituto de la Mujer, continúa dilapidado cientos de miles de euros destinados a la «realización de investigaciones relacionadas con estudios feministas, de las mujeres y del género».
Ayer el BOE publicaba otra relación de subvenciones. En total esta nueva remesa de ayudas asciende a 845.803 euros a repartirse entre 22 investigadores de los cuales, casualmente, 21 son mujeres. La inesperada y poco igualitaria cuota masculina recayó en Borja Mapelli de la Universidad de Sevilla: 50.000 euros para analizar la «exclusión social y violencia de género en los centros penitenciarios de mujeres en Andalucía». Entre los otros afortunados, destaca un proyecto para la «elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia», que estará a cargo de la profesora Nieves Martín Alguacil de la Universidad Complutense de Madrid.
Aurelia Martín Casares de la Universidad de Granada percibirá 22.767 euros para estudiar las «Reparaciones europeas contemporáneas y memoria de la esclavitud: esclavas negro-africanas y españolas abolicionistas (Siglos XVI al XIX)». Otros 50.000 euros se los embolsará Amelia Valcárcel de la UNED por un trabajo sobre «Ética, religión y normativa de género». Y Susana Andrés, de la Fundación para la Investigación Biomédica, recibirá 43.484 euros para profundizar sobre «los trastornos de la conducta alimentaria»... se supone que de las mujeres.
Este derroche se viene a sumar a otros trabajos ya subvencionados con anterioridad en favor del feminismo. El pasado mes de enero el BOE ya destinó partidas del Instituto de la Mujer por un montante de casi 600.000 euros para la realización de «postgrados universitarios sobre estudios de feminismo, de las mujeres y de género» de los que se aprovecharon organizaciones afines al PSOE como la Fundación Isonomía, cuyo patrono es el rector de la Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, muy cercano a Ferraz. Isonomía se embolsó entonces 60.000 euros para impartir cinco cursos.
En septiembre pasado se asignaron otros 200.000 euros para apoyar el «fomento de la edición de publicaciones relacionadas con las mujeres», con obras tan interesantes como «Las psicólogas hablan de psicología» o «Doria Shafik, feminista egipcia».
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