Convocatoria para una cacerolada contra el gobierno de Sánchez
Hay textos que circulan por internet donde se condenan con extraordinaria dureza esos nuevos nombramientos de altos cargos a estómagos agradecidos y amigos del poder, hinchando todavía más la nómina de un Estado que ya es el mas costoso e insostenible de toda Europa, enfermo de obesidad mórbida, en el que, según los expertos, sobran al menos 300.000 políticos y más de medio millón más de enchufados contratados en el sector público, entre militantes con carné de partido, amigos, familiares y asesores inútiles.
En uno de esos mensajes, que se hacen virales a través de las redes sociales, causando estupor, dolor y rabia entre los españoles, se dice claramente que los que nos gobiernan "son unos sinvergüenzas y unos ladrones".
Otro de los textos que circulan detalla lo aprobado en el Consejo de Ministros del 28 de abril, donde además de la aprobación del plan de fases de desescalada del COVID-19, el Ejecutivo central pasó numerosos nombramientos a dedo de altos cargos del Estado y la siguiente reorganización:
-Ministerio de Consumo: Se crean 6 nuevas Subdirecciones Generales y una División. Para ocupar el cargo de Director General de Ordenación del Juego no se requiere ser funcionario
-Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones: Se crean 2 nuevas Subdirecciones Generales
-Ministerio de Educación: Se crea 1 nueva Subdirección General
-Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico: Se crean 1 Dirección General y 2 Subdirecciones. Organismo Autónomo Instituto para la Transición Justa: Su titular no requerirá ser funcionario
-Ministerio de Trabajo: Se quitan 6 Subdirecciones Generales pero se crean 1 Dirección General, 5 Subdirecciones y 1 División. Se transforman 2 puestos de rango Director General para los que a partir de ahora no requieren ser funcionario
En enero el Gobierno de Sánchez ya abrió 23 direcciones generales para las que no hacía falta ser funcionario.
No es que la contratación de 23 altos cargos tenga un impacto decisivo en la economía, pero es todo un símbolo y una muestra de la falta de sensibilidad y solidaridad de un gobierno que va a lo suyo y no duda en aplastar todavía más una economía al borde del colapso, donde ya hay muchos más españoles viviendo del Estado que de la producción de bienes y servicios.
Todo este derroche de despilfarro, descaro y falta de sensibilidad ante el drama que atraviesa España puede ser comprobado en el BOE y en el acta oficial del consejo de ministros, mientras por detrás España mendiga ayuda a una Europa que, con toda razón, se resiste a entregar dinero a un gobierno manirroto, irresponsable, dilapidador y cada día más rechazado por el grueso del pueblo español.
La única salvación de España se encuentra en el socorro que pueda prestarle Europa, rescatándola de la ruina absoluta, pero Pedro Sánchez y su gobierno siguen gastando e hinchando un gobierno y un aparato del Estado que debería estar adelgazando y sometido a una austeridad intensa, como han hecho otros países, entre ellos Italia, que hasta ha reducido el numero de parlamentarios, instituciones superfluas y altos cargos prescindibles.
La actitud de Sánchez, lógicamente, provoca a Europa y proporciona argumentos y razones a países como Holanda, que se niega a entregar dinero gratis a un país cuyo gobierno está demasiado lejos del bien común y del mismo pueblo.
Francisco Rubiales
En uno de esos mensajes, que se hacen virales a través de las redes sociales, causando estupor, dolor y rabia entre los españoles, se dice claramente que los que nos gobiernan "son unos sinvergüenzas y unos ladrones".
Otro de los textos que circulan detalla lo aprobado en el Consejo de Ministros del 28 de abril, donde además de la aprobación del plan de fases de desescalada del COVID-19, el Ejecutivo central pasó numerosos nombramientos a dedo de altos cargos del Estado y la siguiente reorganización:
-Ministerio de Consumo: Se crean 6 nuevas Subdirecciones Generales y una División. Para ocupar el cargo de Director General de Ordenación del Juego no se requiere ser funcionario
-Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones: Se crean 2 nuevas Subdirecciones Generales
-Ministerio de Educación: Se crea 1 nueva Subdirección General
-Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico: Se crean 1 Dirección General y 2 Subdirecciones. Organismo Autónomo Instituto para la Transición Justa: Su titular no requerirá ser funcionario
-Ministerio de Trabajo: Se quitan 6 Subdirecciones Generales pero se crean 1 Dirección General, 5 Subdirecciones y 1 División. Se transforman 2 puestos de rango Director General para los que a partir de ahora no requieren ser funcionario
En enero el Gobierno de Sánchez ya abrió 23 direcciones generales para las que no hacía falta ser funcionario.
No es que la contratación de 23 altos cargos tenga un impacto decisivo en la economía, pero es todo un símbolo y una muestra de la falta de sensibilidad y solidaridad de un gobierno que va a lo suyo y no duda en aplastar todavía más una economía al borde del colapso, donde ya hay muchos más españoles viviendo del Estado que de la producción de bienes y servicios.
Todo este derroche de despilfarro, descaro y falta de sensibilidad ante el drama que atraviesa España puede ser comprobado en el BOE y en el acta oficial del consejo de ministros, mientras por detrás España mendiga ayuda a una Europa que, con toda razón, se resiste a entregar dinero a un gobierno manirroto, irresponsable, dilapidador y cada día más rechazado por el grueso del pueblo español.
La única salvación de España se encuentra en el socorro que pueda prestarle Europa, rescatándola de la ruina absoluta, pero Pedro Sánchez y su gobierno siguen gastando e hinchando un gobierno y un aparato del Estado que debería estar adelgazando y sometido a una austeridad intensa, como han hecho otros países, entre ellos Italia, que hasta ha reducido el numero de parlamentarios, instituciones superfluas y altos cargos prescindibles.
La actitud de Sánchez, lógicamente, provoca a Europa y proporciona argumentos y razones a países como Holanda, que se niega a entregar dinero gratis a un país cuyo gobierno está demasiado lejos del bien común y del mismo pueblo.
Francisco Rubiales