El jefe de la Diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, siguendo órdenes expresas del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llevará a cabo este martes la primera visita de un ministro español a Gibraltar desde que los ingleses ocuparon el territorio en 1704. Es el fin de una línea de dignidad y firmeza que España ha mantenido durante más de tres siglos, ininterrumpidamente, compartida por todos los gobiernos.
El entreguismo, la cobardía y la indignidad en el asunto de Gibraltar es otra herida que abre a España Zapatero, el peor gobernante de la Historia de este país desde los tiempos de Fernando VII, el rey felón.
La visita de Moratinos ha levantado una tormenta política de rechazo en España, ante la cual, como es su costumbre, Zapatero permanece insensible, manteniendo su tesis de que el gobernante debe gobernar incluso en contra de la opinión mayoritaria de los ciudadanos, una concepción del poder más totalitaria que democrática.
Desde que se supo que Moratinos se desplazaría al Peñón para participar en el III encuentro ministerial del Foro de Diálogo creado en 2004 por los Gobiernos de España, Reino Unido y Gibraltar con el objetivo de avanzar en la cooperación local, el PP ha convertido la visita en otro caballo de batalla contra el Gobierno de Zapatero. Sus principales dirigentespiden la suspensión de una reunión que consideran "un insulto a la dignidad de España, como país soberano". Estas son palabras del secretario general del Partido Popular andaluz, Antonio Sanz, que argumenta que "lo más grave de la visita es el rango de quien la realiza, lo cual supone un reconocimiento a Gibraltar como país soberano".
El entreguismo, la cobardía y la indignidad en el asunto de Gibraltar es otra herida que abre a España Zapatero, el peor gobernante de la Historia de este país desde los tiempos de Fernando VII, el rey felón.
La visita de Moratinos ha levantado una tormenta política de rechazo en España, ante la cual, como es su costumbre, Zapatero permanece insensible, manteniendo su tesis de que el gobernante debe gobernar incluso en contra de la opinión mayoritaria de los ciudadanos, una concepción del poder más totalitaria que democrática.
Desde que se supo que Moratinos se desplazaría al Peñón para participar en el III encuentro ministerial del Foro de Diálogo creado en 2004 por los Gobiernos de España, Reino Unido y Gibraltar con el objetivo de avanzar en la cooperación local, el PP ha convertido la visita en otro caballo de batalla contra el Gobierno de Zapatero. Sus principales dirigentespiden la suspensión de una reunión que consideran "un insulto a la dignidad de España, como país soberano". Estas son palabras del secretario general del Partido Popular andaluz, Antonio Sanz, que argumenta que "lo más grave de la visita es el rango de quien la realiza, lo cual supone un reconocimiento a Gibraltar como país soberano".