Julio Anguita, ex coordinador general de IU, tiene una propuesta extraordinariamente lúcida para refundar la coalición, política y electoralmente hundida, y acierta al considerar que la principal causa de la ruína no es, como defienden los actuales dirigentes, la fuerza del bipartidismo, sino otros tres factores decisivos: que el programa de la coalición "está muerto", que la gente no percibe en IU una línea clara y que las alianzas con los nacionalistas extremos de Cataluña y el País Vasco son un error gravísimo.
Los hechos parecen dar la razón al "Califa", si se considera, por ejemplo, que la Izquierda Unida que comparte el poder con los nacionalistas en el País Vasco (EB), acaba de frustrar la moción de censura contra la alcaldesa proetarra de Mondragón, promovida por los socialistas y por el PNV.
Para que su análisis hubiera sido cien por cien certero, a Julio Anguita solo le ha faltado admitir que la coalición es hoy percibida por los electores como un grupo político mercenario que cambia ideología por poder y privilegios, dada su notable esquizofrenia, demostrada cuando ha sido capaz de defender unas ideas en Madrid, otras en Andalucía y otras contrapuestas en el País Vasco o en Cataluña.
El ex coordinador general de IU ha mostrado la necesidad de una "refundación" de la coalición, a pesar de que pueda suponer la "traición a nuestra historia".
La refundación de IU sólo será posible, en opinión de Anguita, desde un "previo acto personal, intransferible y de compromiso a comenzar de cero, que se condense en una atmósfera colectiva de voluntad interventora con los mecanismos políticos y las actitudes de una nueva práctica militante".
Esta actitud personal debe ser "preceptiva" en el proceso de renovación y sin ella "no se podrá poner en marcha el resto", por lo que Anguita llama a la "responsabilidad y a la aceptación sin límites de unas reglas de juego democráticas y del resultado que surja del debate".
Este debate se debe producir en la próxima asamblea federal de IU, que se tendrá que realizar en dos fases, tal y como ha explicado Anguita.
Pero, a pesar del certero análisis de Anguita, la mayoría de los expertos y pensadores políticos dudan seriamente de que la coalición pueda refundarse, entre otras razones porque quizás sea ya demasiado tarde y porque IU está demasiado atada a los dineros, compromisos y privilegios que se derivan del ejercicio del poder.
Los hechos parecen dar la razón al "Califa", si se considera, por ejemplo, que la Izquierda Unida que comparte el poder con los nacionalistas en el País Vasco (EB), acaba de frustrar la moción de censura contra la alcaldesa proetarra de Mondragón, promovida por los socialistas y por el PNV.
Para que su análisis hubiera sido cien por cien certero, a Julio Anguita solo le ha faltado admitir que la coalición es hoy percibida por los electores como un grupo político mercenario que cambia ideología por poder y privilegios, dada su notable esquizofrenia, demostrada cuando ha sido capaz de defender unas ideas en Madrid, otras en Andalucía y otras contrapuestas en el País Vasco o en Cataluña.
El ex coordinador general de IU ha mostrado la necesidad de una "refundación" de la coalición, a pesar de que pueda suponer la "traición a nuestra historia".
La refundación de IU sólo será posible, en opinión de Anguita, desde un "previo acto personal, intransferible y de compromiso a comenzar de cero, que se condense en una atmósfera colectiva de voluntad interventora con los mecanismos políticos y las actitudes de una nueva práctica militante".
Esta actitud personal debe ser "preceptiva" en el proceso de renovación y sin ella "no se podrá poner en marcha el resto", por lo que Anguita llama a la "responsabilidad y a la aceptación sin límites de unas reglas de juego democráticas y del resultado que surja del debate".
Este debate se debe producir en la próxima asamblea federal de IU, que se tendrá que realizar en dos fases, tal y como ha explicado Anguita.
Pero, a pesar del certero análisis de Anguita, la mayoría de los expertos y pensadores políticos dudan seriamente de que la coalición pueda refundarse, entre otras razones porque quizás sea ya demasiado tarde y porque IU está demasiado atada a los dineros, compromisos y privilegios que se derivan del ejercicio del poder.