Información y Opinión

¿Es el PP mejor que el PSOE?



Rajoy apenas habla sobre su programa de gobierno porque desea gobernar y no quiere perder votos. ¿Significa eso que teme que si dijera lo que piensa hacer cuando esté en el poder perdería votos?
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Tras la renuncia de Zapatero a presentarse en 2012, el PP de Rajoy contempla estupefacto como se reduce su ventaja electoral y como las previsiones de voto, aunque todavía favorables, tienden al empate. La derecha no comprende lo que está ocurriendo, ni puede explicarse que los españoles sigan apoyando a un dirigente como Zapatero, que ha arruinado y destrozado el país, pero, para los demócratas españoles, es fácil de entender: el PP no ofrece a sus electores garantía alguna de que, cuando gobierne, será diferente del PSOE.

Rajoy tiene pánico a comprometerse y pretende ganar las próximas elecciones en base a que Zapatero ha sido un pésimo gobernante y a la esperanza de que los españoles querrán vengarse del "Zapaterismo" votando al PP. Para no arriesgar, no adelanta sus propuestas, no habla de su programa. Está jugando con fuego porque pide a los demócratas una fe ciega que, en democracia, es improcedente e inadmisible.

Pero, aunque es cierto que los españoles han practicado la venganza ante las urnas en las últimas elecciones, la experiencia sufrida con Zapatero es tan traumática que han cambiado de criterio y, en lugar de vengarse frívolamente, entregando el poder a la oposición, quieren tener constancia de que el partido que gobierne no les llevará de nuevo hacia el desastre. Aunque a Rajoy no le guste, tendrá que ganarse la victoria con algo más sólido que alimentando el deseo de venganza de los españoles.

La experiencia de Zapatero ha sido tan dramática y frustrante, que los españoles no quieren sólo un cambio de gobierno, sino que desean un cambio en el sistema, que lo haga más democrático y decente. La alternancia no basta. Ahora se exigen reformas y compromisos.

Si Rajoy ignora ese grito, perderá las próximas elecciones porque los españoles pensarán, con razón, que más vale malo conocido....-

Pensándolo bien, ¿en qué se distinguen hoy el PP y el PSOE?

¿Que ganará, por ejemplo, un andaluz decente y demócrata si Arenas llega al poder? ¿Se sentirá satisfecho si unos chorizos salen del poder para ser sustituido por otros políticos que podrían también convertirse en chorizos con el tiempo y seguir esquilmando Andalucía? ¿Dónde están las garantías de que eso no va a ocurrir? Si las actuales leyes han permitido que los políticos socialistas esquilmen Andalucía, ¿Que impide pensar que los de derecha no harán lo mismo? ¿Acaso Arenas se ha comprometido con la regeneración, anunciando que cambiará las reglas del juego?

Los españoles han visto cómo su prosperidad se evaporaba y cómo las filas del Estado se llenaban de delincuentes y corruptos y quieren evitar que ocurra lo mismo en el futuro. Sin embargo, el PP no es capaz de garantizar el cambio radical que España necesita y demanda, un cambio que implica cambiar la Ley Electoral, la Constitución y muchas leyes y normas que violan el Estado de Derecho y la misma esencia de la democracia.

Los mensajes que el ciudadano recibe de la casta política son claros e inducen a creer que los dos grandes partidos se parecen demasiado. Por lo pronto, uno y otro se atreven nada menos que a presentar candidatos imputados por la Justicia en sus listas electorales para las próximas elecciones de mayo, todo un desprecio para la democracia y para la ciudadanía.

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Miércoles, 27 de Abril 2011
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