La jornada electoral, en esta España deteriorada y empobrecida, ya no es una fiesta de la democracia sino un paredón de fusilamiento donde los ciudadanos, maltrechos, indignados y deseosos de castigar a los políticos, ejecutan a los malos gobiernos.
Todo indica que el PSOE será hoy fusilado en España por los votos en contra de millones de ciudadanos indignados por el mal gobierno de Zapatero, que ha conducido al país, con torpeza infinita y estupìdez manifiesta, hasta la pobreza, el desprestigio, la corrupción y el miedo al futuro.
Nunca antes en la España moderna tanta gente acudió a los colegios electorales con tanto deseo de venganza, ni nunca antes los ciudadanos tuvieron que taparse tanto la nariz para votar. La jornada electoral de hoy no es típica y está sujeta a sorpresas porque se respira en el ambiente más pasión e indignación que reflexión sosegada. Las urnas no serán hoy el altar de la democracia, sino un cadalso donde nos vengaremos de los gobernantes mentirosos, ineptos, despilfarradores, corruptos y estúpidos que nos han llenado el país de desempleados, que nos obligan a emigrar de nuevo, en busca de trabajo, y que nos han llevado hasta el desencanto y la pobreza.
Los españoles, que hasta hace una década eran los europeos más ilusionados con la democracia y apasionados con la política, hoy figuran como uno de los pueblos más desencantados de Europa, hasta el punto de que muchos de ellos acudirán a las urnas con la nariz tapada para votar contra Zapatero o para dejar constancia, con sus votos en blanco, votos nulos o apoyando a partidos pequeños y todavía decentes, de su rechazo a la deteriorada y degradada democracia española, transformada por los políticos en una sucia partitocracia, equivalente a una dictadura de partidos.
Cientos de miles de españoles acudirán hoy a las urnas sin ilusión alguna y depositarán su voto no tanto porque se sientan atraídos por un partido concreto, sino simplemente para "ejecutar" a los socialistas, causantes de gran parte de las desgracias que abruman al pueblo español.
Todo indica que el PSOE será hoy fusilado en España por los votos en contra de millones de ciudadanos indignados por el mal gobierno de Zapatero, que ha conducido al país, con torpeza infinita y estupìdez manifiesta, hasta la pobreza, el desprestigio, la corrupción y el miedo al futuro.
Nunca antes en la España moderna tanta gente acudió a los colegios electorales con tanto deseo de venganza, ni nunca antes los ciudadanos tuvieron que taparse tanto la nariz para votar. La jornada electoral de hoy no es típica y está sujeta a sorpresas porque se respira en el ambiente más pasión e indignación que reflexión sosegada. Las urnas no serán hoy el altar de la democracia, sino un cadalso donde nos vengaremos de los gobernantes mentirosos, ineptos, despilfarradores, corruptos y estúpidos que nos han llenado el país de desempleados, que nos obligan a emigrar de nuevo, en busca de trabajo, y que nos han llevado hasta el desencanto y la pobreza.
Los españoles, que hasta hace una década eran los europeos más ilusionados con la democracia y apasionados con la política, hoy figuran como uno de los pueblos más desencantados de Europa, hasta el punto de que muchos de ellos acudirán a las urnas con la nariz tapada para votar contra Zapatero o para dejar constancia, con sus votos en blanco, votos nulos o apoyando a partidos pequeños y todavía decentes, de su rechazo a la deteriorada y degradada democracia española, transformada por los políticos en una sucia partitocracia, equivalente a una dictadura de partidos.
Cientos de miles de españoles acudirán hoy a las urnas sin ilusión alguna y depositarán su voto no tanto porque se sientan atraídos por un partido concreto, sino simplemente para "ejecutar" a los socialistas, causantes de gran parte de las desgracias que abruman al pueblo español.