Información y Opinión

El viejo periodismo, obstáculo para la regeneración democrática (dos y final)





Por Francisco Rubiales

Es evidente que el análisis no es extensible a todos los medios, pero sí a muchos, a demasiados para desgracia de los demócratas. El periodismo moderno, cada día más poderoso, mercantilista, amarillista, alejado del ciudadano, enrolado en alianzas inconfesables con el poder e incapaz de sustraerse a su mayor tentación, la de poner y quitar gobiernos, se está convirtiendo en el mayor obstáculo para esa regeneración de la democracia que reclaman desde todos los rincones del planeta los ciudadanos más conscientes, cultos e inquietos.

Y la primera consecuencia de esa "traición" a la ciudadanía es la caída en barrena de la imagen del periodista. Las encuestas reflejan que esa misma sociedad que antes los consideraba héroes, los percibe ahora como engreídos, aliados del poder, mentirosos y más obsesionados por aumentar la audiencia que por servir a la verdad y al ciudadano. Los periodistas son ahora visibles y ostentosos en las calles, pero se han hecho invisibles en las redacciones, donde, vergonzosamente, han cedido el poder a las empresas y a los publicistas. El interés por la verdad está retrocediendo ante la obsesión por proporcionar audiencia a la publicidad. Los antiguos lectores consideran ahora al periodista menos creíble que un alcalde o un político profesional, algo inimaginable hace apenas unos años.

La segunda consecuencia ya es visible: el auge de los medios electrónicos y de fenómenos como los blogs, que debe entenderse como la reacción de la sociedad para recuperar lo que ha perdido, para ocupar los espacios vacíos dejados por el periodismo de siempre.

El periodismo está en su gran coyuntura histórica y deberá decidir pronto qué misión quiere desempeñar en el nuevo siglo, si quiere contribuir a la regeneración democrática o si desea apuntalar los nuevos poderes abusivos. Si los periodistas no recuperan el poder perdido en las redacciones y vuelven a defender los derechos del ciudadano, por encima del de los políticos y los consorcios económicos dominantes, entonces deberán hacer frente a conflictos de gran alcance, el principal de los cuales quizás sea perder definitivamente el apoyo de aquellos ciudadanos que les elevaron al altar del heroismo cívico y que le otorgaron privilegios, pero a cambio de que la prensa controlara a los poderes insaciables y reforzara las libertades y derechos ciudadanos.

Fin

Franky  
Jueves, 27 de Julio 2006
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