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El sanchismo tiene "mala leche"



Millones de españoles padecen hoy la "mala leche" de un gobierno sanchista que ha tenido la malévola ocurrencia de situar en un mismo paquete y someter a votación cuestiones de gran importancia, como la actualización de las pensiones y las subvenciones al transporte, junto con chorradas mafiosas y regalos a sus socios, como la donación al PNV de un palacete en París.

La oposición, incluido el partido de Puigdemont, ha votado en contra, pero advirtiendo que estaría dispuesta a votar "SÍ" a medidas de valor como la actualización de las pensiones y las ayudas al transporte, si se presentaran solas, sin la contaminación de las medidas ideológicas y truculentas que la acompañan para beneficio exclusivo del PSOE.

La sociedad española padece por culpa de la mala leche socialista.

El decreto "Ómnibus" fue rechazado porque no lo votaron las fuerzas de Puigdemont, pero el gobierno, cobarde y mentiroso, culpa solo a la oposición del PP porque no quiere enemistarse con el prófugo catalán.

Estamos asistiendo a un espectáculo mafioso y bochornoso, impropio de una democracia y propio de un gobierno podrido y maligno.

El gobierno prefiere más tener argumentos contra la oposición, utilizando el dolor de la sociedad, a solucionar los problemas que padece el pueblo.

Todo es "mala leche made in Pedro Sánchez".

De lo que se trata es de generar angustia y dolor en el pueblo para que se vuelva contra el PP.

Si sometiera a votación la actualización de las pensiones y las ayudas al transporte, se aprobaría inmediatamente y por unanimidad, pero eso no interesa al malvado Sánchez, al que le rebosa la maldad.

Los españoles están siendo utilizados como rehenes por un tipejo como Pedro Sánchez, cuyas maniobras y argucias son indignas, corruptas e indignantes.
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Un mal tipo, corrupto y con mala leche, gobierna España y provoca daños y sufrimientos al pueblo.
Pedro Sánchez es un mal tipo que, para desgracia de España, nos gobierna sin democracia, sin lealtad, sin verdad, sin honor, con trucos y trampas, mintiendo y rodeado de corrupciones y abusos de poder, como sólo pueden hacerlo los caciques inmorales.

Crea problema y en lugar de solucionarlos, culpa a la oposición de sus fechorías para ganar votos. Eso sólo lo hace un político corrompido hasta el tuétano, un tipo al que le rebosa la la mala leche.

Los españoles que hoy padecen esa fechoría sanchista, aquellos que tienen que pagar por ser transportados al trabajo y que cobrarán menos dinero en sus pensiones de febrero deberían tener en cuenta que no hay otro culpable que el malvado Sánchez y que lo de culpar a la oposición de lo ocurrido es una injusticia y un derroche de suciedad.

Francisco Rubiales

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Viernes, 24 de Enero 2025
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