La plurinacionalidad de España proclamada por Pedro Sánchez es tan falsa y errónea que le costará la derrota electoral y su carrera política. Los españoles, muy sensibilizados ante los ataques a la unidad de España, no van a perdonar al PSOE sus debilidades y bandazos cuando se abran las urnas y Pedro Sánchez se estrellará de nuevo. Aunque este muchacho no lo sepa, España era "una" en tiempos de los romanos y también existió una España visigoda unida. Los ciudadanos cada día están más convencidos de que el separatismo y el odio que se reflejan en Cataluña son producto de políticos idiotizados y cobardes, como Sanchez, Zapatero, Aznar y otros, entre ellos el mismo Rajoy.
España nunca ha sido plurinacional. Son los políticos quienes, con su miseria, errores y egoísmos, han forjado las diferencias entre territorios y pueblos.
Felipe Gonzalez y con él buena parte de la vieja guardia socialista recelan de Sánchez y sienten repugnancia ante su acercamiento a Podemos, su avance hacia la izquierda radical y su debilidad ante el drama del soberanismo. Algunos opositores a Sánchez, entre los que destaca la andaluza Susana, ya esperan una nueva ocasión para volver a expulsarlo del liderazgo socialista.
La protesta de Rodríguez Ibarra, ex presidente de Extremadura, es paradigmática y anuncia futuros combates dentro de un socialismo que, a pesar de la contundente victoria de Sanchez en las primarias y de las apariencias, sigue dividido y en crisis.
Mis fuentes mas fiables dicen que Pedro Sánchez, al igual que hizo Anibal con los romanos, ha jurado "odio eterno" a Susana Díaz. La crueldad de Pedro Sánchez con la presidenta andaluza y el odio que le profesa a ella y, en menos medida, también a otros barones que le plantaron cara, están sorprendiendo a sus correligionarios y a los observadores y creando dentro del PSOE un ambiente irrespirable que conduce a la división y la derrota electoral porque si hay algo que los votantes no perdonan es la lucha a cuchilladas dentro de un partido.
Por lo pronto, Sanchez está minando el poder de Susana en Andalucía y estimulando la deserción de miles de socialistas andaluces antes fieles a la presidente, a los que acoge en su bando y los premia, siempre con la mira puesta en minar y debilitar el sólido dominio de Susana sobre el socialismo andaluz, el más numeroso y potente de España.
Es evidente que en el actual PSOE no caben Pedro y Susana juntos. Uno de los dos tiene que morir y casi todas las papeletas la tiene la andaluza, derrotada en las primarias, salvo que los errores de Pedro sean tan graves que rearmen nuevamente la conspiración contra su política, que muchos consideran errática, errónea y suicida.
Por el camino actual, el PSOE puede penetrar en un cisma activo donde los enemigos de Pedro Sánchez ignoren la disciplina y voten con criterios propios. Si la deriva del "sanchismo" sigue acercándose a Podemos y al izquierdismo radical, abandonando las creencias y criterios de los votantes socialistas, mucho más moderados y centristas que su alocado jefe, el futuro del socialismo español será la división, el trauma y la derrota en las urnas, hasta convertirse en un apéndice de Podemos.
Francisco Rubiales
España nunca ha sido plurinacional. Son los políticos quienes, con su miseria, errores y egoísmos, han forjado las diferencias entre territorios y pueblos.
Felipe Gonzalez y con él buena parte de la vieja guardia socialista recelan de Sánchez y sienten repugnancia ante su acercamiento a Podemos, su avance hacia la izquierda radical y su debilidad ante el drama del soberanismo. Algunos opositores a Sánchez, entre los que destaca la andaluza Susana, ya esperan una nueva ocasión para volver a expulsarlo del liderazgo socialista.
La protesta de Rodríguez Ibarra, ex presidente de Extremadura, es paradigmática y anuncia futuros combates dentro de un socialismo que, a pesar de la contundente victoria de Sanchez en las primarias y de las apariencias, sigue dividido y en crisis.
Mis fuentes mas fiables dicen que Pedro Sánchez, al igual que hizo Anibal con los romanos, ha jurado "odio eterno" a Susana Díaz. La crueldad de Pedro Sánchez con la presidenta andaluza y el odio que le profesa a ella y, en menos medida, también a otros barones que le plantaron cara, están sorprendiendo a sus correligionarios y a los observadores y creando dentro del PSOE un ambiente irrespirable que conduce a la división y la derrota electoral porque si hay algo que los votantes no perdonan es la lucha a cuchilladas dentro de un partido.
Por lo pronto, Sanchez está minando el poder de Susana en Andalucía y estimulando la deserción de miles de socialistas andaluces antes fieles a la presidente, a los que acoge en su bando y los premia, siempre con la mira puesta en minar y debilitar el sólido dominio de Susana sobre el socialismo andaluz, el más numeroso y potente de España.
Es evidente que en el actual PSOE no caben Pedro y Susana juntos. Uno de los dos tiene que morir y casi todas las papeletas la tiene la andaluza, derrotada en las primarias, salvo que los errores de Pedro sean tan graves que rearmen nuevamente la conspiración contra su política, que muchos consideran errática, errónea y suicida.
Por el camino actual, el PSOE puede penetrar en un cisma activo donde los enemigos de Pedro Sánchez ignoren la disciplina y voten con criterios propios. Si la deriva del "sanchismo" sigue acercándose a Podemos y al izquierdismo radical, abandonando las creencias y criterios de los votantes socialistas, mucho más moderados y centristas que su alocado jefe, el futuro del socialismo español será la división, el trauma y la derrota en las urnas, hasta convertirse en un apéndice de Podemos.
Francisco Rubiales