Por una vez tiene razón Izquierda Unida cuando, a través de su diputada Isaura Navarro, ha considerado hoy que la condena impuesta por la Audiencia Nacional al dibujante y al guionista de la revista "El Jueves" por haber publicado una caricatura "ofensiva" de los principes de Asturias supone "la institucionalización de la censura" en la España de Zapatero.
La sentencia resulta insólita en una una democracia avanzada y en una España que ha caricaturizado a sus monarcas desde los tiempos del godo Ataulfo, pero en la que casi siempre prevaleció la tolerancia y la libertad de expresión sobre la represión del pensamiento y de la creatividad.
"Como coautores de un delito de injurias les impongo una multa de 3.000 euros". La condena fue comunicada por el juez central de lo penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, a los humoristas gráficos de la revista satírica El Jueves, Guillermo Torres y Manuel Fontdevila, tras ser juzgados por haber publicado el pasado mes de julio una caricatura de los Príncipes de Asturias en una explícita postura sexual.
Muchos españoles opinan que esa sentencia es un atropello y muchos otros piensan que es un signo más de las tendencias autoritarias y escasamente democráticas del actual gobierno que preside el socialista Zapatero, que debería corregir el error indultando a los condenados.
El fiscal Miguel Ángel Carballo justificó la sentencia argumentando que "hay terrenos que no se deben traspasar" y que quien desprestigia a la Corona ataca "a la propia nación", excusas clásicos empleadas siempre por los regímenes censores.
Los periodistas españoles deberían protestar unánimemente contra la condena, pero será difícil que lo hagan porque la mayoría de ellos han abandonado la independencia y se han alineado con los grandes poderes, generalmente con alguno de los partidos políticos, lo que hace que ya no defiendan "la verdad" sino "la verdad del poder", que es muy distinta.
La sentencia resulta insólita en una una democracia avanzada y en una España que ha caricaturizado a sus monarcas desde los tiempos del godo Ataulfo, pero en la que casi siempre prevaleció la tolerancia y la libertad de expresión sobre la represión del pensamiento y de la creatividad.
"Como coautores de un delito de injurias les impongo una multa de 3.000 euros". La condena fue comunicada por el juez central de lo penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, a los humoristas gráficos de la revista satírica El Jueves, Guillermo Torres y Manuel Fontdevila, tras ser juzgados por haber publicado el pasado mes de julio una caricatura de los Príncipes de Asturias en una explícita postura sexual.
Muchos españoles opinan que esa sentencia es un atropello y muchos otros piensan que es un signo más de las tendencias autoritarias y escasamente democráticas del actual gobierno que preside el socialista Zapatero, que debería corregir el error indultando a los condenados.
El fiscal Miguel Ángel Carballo justificó la sentencia argumentando que "hay terrenos que no se deben traspasar" y que quien desprestigia a la Corona ataca "a la propia nación", excusas clásicos empleadas siempre por los regímenes censores.
Los periodistas españoles deberían protestar unánimemente contra la condena, pero será difícil que lo hagan porque la mayoría de ellos han abandonado la independencia y se han alineado con los grandes poderes, generalmente con alguno de los partidos políticos, lo que hace que ya no defiendan "la verdad" sino "la verdad del poder", que es muy distinta.