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El rechazo a la Europa de Úrsula Von der Leyen crece como la espuma



La Europa actual, construida con torpeza, errores, antidemocracia y corrupción por las izquierdas y las derechas tradicionales, es un fracaso porque sus ciudadanos se distancian de la clase política y apoyan, cada día con más fuerza, a los nuevos grupos conservadores patrióticos, a los que los partidos del pasado llaman "extrema derecha".

La Europa del presente, corrupta, intervencionista, escasamente democrática, dominada obscenamente por políticos alejados de sus pueblos y cargados de privilegios y retrocediendo en competitividad, pujanza y valores, nada tiene que ver con aquella Unión original que deslumbró al mundo, construida por políticos de altura como Konrad Adenauer, Winston Churchill, Alcide de Gasperi, Walter Hallstein, Jean Monnet, Robert Schuman, Paul Henri Spaak y Altiero Spinelli.

Los "padres fundadores" soñaron con una Europa próspera, pacífica y, sobre todo, libre y con democracias garantizadas, un mundo lejano a la Europa del presente, donde los políticos han desplazado a los ciudadanos del poder, han asesinado la democracia, han abierto las puertas a la corrupción y se han entregado a la cultura marxista y woke, al mismo tiempo que han llenado el país de inmigrante ilegales y descontrolados, que desnaturalizan la cultura europea, ponen en peligro la paz y llenan las ciudades de inseguridad y delitos.

Todo indica que los nuevos partidos conservadores de la nueva derecha europea están llamados a sustituir a los gobiernos y coaliciones fracasadas de socialistas y partidos tradicionales de la derecha, culpables de la decadencia europea y de haberse entregado a la cultura globalista y a amos multimillonarios que gobiernan desde las sombras.
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Patriotas europeos
En la reciente asamblea celebrada en Madrid por los partidos que integran el grupo de los "Patriotas" europeos, el español Abascal, presidente de ese grupo y del partido español VOX, dijo que "Europa es una dictadura corrupta". Es un diagnóstico cada día más compartido y popular, sobre todo después de la sucia y brutal operación de Bruselas anulando las elecciones de Rumanía, sólo porque las ganó la extrema derecha.

Los tres grupos que integran los partidos de la nueva derecha europea, con ideologías conservadoras, nacionalistas, liberales y patrióticas, crecen de manera exponencial y pronto serán la nueva mayoría dominante en la Unión, donde gobernarán sustituyendo a los viejos y corrompidos partidos socialistas y populares, de las viejas izquierdas y derechas.

“Ayer éramos herejes (…) ayer dijeron que éramos el pasado, hoy todos ven que somos el futuro”, asegura Viktor Orbán, presidente de Hungría.

Los integrantes de Patriotas por Europa consideran a Trump un «compañero de armas» y pretenden que Europa renazca y se fortalezca con la ayuda del presidente de Estados Unidos.

La cumbre de Patriots en Madrid, en la que el líder de Vox, Santiago Abascal, ha ejercido de anfitrión, ha criticado a las "élites de Bruselas" ante los "escándalos de corrupción" y otras problemáticas creadas a su juicio por las actuales instituciones comunitarias, como la "inseguridad" por la inmigración ilegal o el "fanatismo climático", a la vez que ha defendido un "cambio" en una Unión Europea que "parece anclada en el pasado".

Había euforia en esa cumbre, entre otras razones porque los viejos partidos de izquierda y derecha se ven agotados y sin fuerza y porque la nueva derecha patriótica crece como la espuma, sobre todo entre los jóvenes europeos, lo que les asegura un brillante porvenir.

Pocas cosas son tan evidentes como la actual decadencia de Europa, atrasada en competitividad, economía, tecnología, poder militar e influencia en el mundo. Millones de europeos sueñan con la regeneración y el resurgimiento.

La crítica a Bruselas ha sido feroz: Patriots critica en Madrid a las "élites de Bruselas" y defiende un "cambio" en una Unión Europea "anclada en el pasado". También ha criticado a esas "élites" ante los "escándalos de corrupción" y otras problemáticas creadas a su juicio por las actuales instituciones comunitarias, como la "inseguridad" por la inmigración ilegal o el "fanatismo climático", a la vez que ha defendido un "cambio" drástico que devuelva a Europa los valores, la democracia y el vigor perdidos.

Francisco Rubiales

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Lunes, 10 de Febrero 2025
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