Imagen crítica que ridiculiza el potencial militar de la Europa de los progres corruptos, gobernados por el socialismo woke

Dejar el rearme de España en manos de los políticos que gobiernan es un suicidio para España y para la misma Europa, a juzgar por la baja catadura moral de nuestros políticos y de los gobernantes que deciden.
Lo ocurrido durante la pandemia, cuando altos cargos socialistas y sus amigos se hicieron millonarios cobrando comisiones, comprando mascarillas deterioradas y partidas a precios desorbitados, obliga a que las operaciones del rearme, que requieren adquisición masiva de armas y equipos, estén bajo estricto control ético y con eficacia garantizada, ya que corren el riesgo de enriquecer con sobreprecios y comisiones a cientos de sinvergüenzas con poder político y de que los tanques, aviones y cañones que se compren tengan blindaje de papel, se caigan en el primer vuelo o estallen al disparar.
Ante el rearme masivo que se aproxima, España tiene que vigilar y maniatar a los sucios y corruptos habitantes de las cloacas del Estado, muchos de los cuales ya están a las puertas de la cárcel por recientes delitos de corrupción y abuso de poder.
España debe aprovechar el obligado rearme para hacerse más fuerte, autosuficiente y próspera, para alcanzar mejores niveles tecnológicos en sistemas de guía, detección, drones y construcciones navales y aéreas, para reforzar su industria bélica de primer rango, de la que, salvo por Navantia, está ausente, y para hacerse respetar por enemigos que están al acecho, en espera de una ocasión propicia para aplastar a España, como es el caso de Marruecos.
El rearme tiene que ser para España no sólo una ocasión para mejorar su industria, fuerza y tecnología, sino para introducir rigor, ética y decencia en los asuntos públicos, podridos y nauseabundos hasta el momento.
Francisco Rubiales
Lo ocurrido durante la pandemia, cuando altos cargos socialistas y sus amigos se hicieron millonarios cobrando comisiones, comprando mascarillas deterioradas y partidas a precios desorbitados, obliga a que las operaciones del rearme, que requieren adquisición masiva de armas y equipos, estén bajo estricto control ético y con eficacia garantizada, ya que corren el riesgo de enriquecer con sobreprecios y comisiones a cientos de sinvergüenzas con poder político y de que los tanques, aviones y cañones que se compren tengan blindaje de papel, se caigan en el primer vuelo o estallen al disparar.
Ante el rearme masivo que se aproxima, España tiene que vigilar y maniatar a los sucios y corruptos habitantes de las cloacas del Estado, muchos de los cuales ya están a las puertas de la cárcel por recientes delitos de corrupción y abuso de poder.
España debe aprovechar el obligado rearme para hacerse más fuerte, autosuficiente y próspera, para alcanzar mejores niveles tecnológicos en sistemas de guía, detección, drones y construcciones navales y aéreas, para reforzar su industria bélica de primer rango, de la que, salvo por Navantia, está ausente, y para hacerse respetar por enemigos que están al acecho, en espera de una ocasión propicia para aplastar a España, como es el caso de Marruecos.
El rearme tiene que ser para España no sólo una ocasión para mejorar su industria, fuerza y tecnología, sino para introducir rigor, ética y decencia en los asuntos públicos, podridos y nauseabundos hasta el momento.
Francisco Rubiales