Fiscal General, al servicio de Sánchez, no de España.
El ultimo pucherazo de Sánchez descubierto es muy grave, tan grave que si la fiscalía no hubiera paralizado la querella que descubría el caso Ábalos-Koldo y ese escándalo brutal se hubiera conocido antes de las elecciones generales, hoy no tendríamos a Sánchez en el gobierno.
Aquella ocultación fue un pucherazo en estado puro, una intervención para alterar el resultado de las elecciones, el peor pecado que un político puede cometer en democracia.
La Fiscalía admite que Álvaro García Ortiz, Fiscal General, conocía el 'caso Koldo' antes de las elecciones generales. Pero, por orden del mismo Sánchez, retrasaron la querella para no perjudicar al PSOE en los resultados electorales.
Los socialistas, si ese brutal, escandaloso y miserable caso de corrupción se hubiera conocido en su momento, habrían perdido al menos una veintena de diputados y nunca habrían podido configurar la actual mayoría con los independentistas, golpistas, comunistas y ex etarras.
Fuentes de la Fiscalía aseguran que «si el fiscal general tenía conocimiento de la investigación en junio, el Gobierno de Pedro Sánchez también lo sabía».
Pero lo ocultaron, lo que constituye un pucherazo, un fraude electoral en toda regla.
Y como ese muchos otros, algunos conocidos y otros que permanecen en las cloacas del sanchismo, enterrados en excrementos políticos.
La constatación del corrupto e inmoral pucherazo en estos días de Semana Santa, cuando asistimos a espectáculos de amor y grandeza, como la relación de la Legión Española con el Cristo de Mena, en Málaga, resalta la bajeza e inmoralidad del sanchismo y la repugnancia de su gobierno sucio y corrompido.
Francisco Rubiales
Aquella ocultación fue un pucherazo en estado puro, una intervención para alterar el resultado de las elecciones, el peor pecado que un político puede cometer en democracia.
La Fiscalía admite que Álvaro García Ortiz, Fiscal General, conocía el 'caso Koldo' antes de las elecciones generales. Pero, por orden del mismo Sánchez, retrasaron la querella para no perjudicar al PSOE en los resultados electorales.
Los socialistas, si ese brutal, escandaloso y miserable caso de corrupción se hubiera conocido en su momento, habrían perdido al menos una veintena de diputados y nunca habrían podido configurar la actual mayoría con los independentistas, golpistas, comunistas y ex etarras.
Fuentes de la Fiscalía aseguran que «si el fiscal general tenía conocimiento de la investigación en junio, el Gobierno de Pedro Sánchez también lo sabía».
Pero lo ocultaron, lo que constituye un pucherazo, un fraude electoral en toda regla.
Y como ese muchos otros, algunos conocidos y otros que permanecen en las cloacas del sanchismo, enterrados en excrementos políticos.
La constatación del corrupto e inmoral pucherazo en estos días de Semana Santa, cuando asistimos a espectáculos de amor y grandeza, como la relación de la Legión Española con el Cristo de Mena, en Málaga, resalta la bajeza e inmoralidad del sanchismo y la repugnancia de su gobierno sucio y corrompido.
Francisco Rubiales