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El “monstruo” Sánchez destruye España



¿Que clase de persona traiciona a su país por gobernar 4 años más? Todos sabemos que no merece la pena, menos Pedro Sánchez. La clave es que de vez en cuando aparecen en el mundo seres degradados, malas personas. Menos mal que el porcentaje de esos monstruos, según los sociólogos, es escaso, de unos cinco por cada millón.

Cuando uno de estos seres degradados alcanza el poder, sobrevienen a sus pueblos todo tipo de desgracias. Se rodean de corruptos y miserables y juntos suelen destruir naciones, acabar con pueblos, hacer retroceder la civilización y causar océanos de dolor.

A la pobre España le ha tocado tener a uno de esos monstruos al frente del gobierno.

¡Que fuerte es España! Ha empezado el nefasto siglo XXI con tres políticos nocivos e impresentables en el gobierno, Zapatero, Rajoy y Pedro Sánchez, y sigue viva, aunque agonizante.

De los tres energúmenos, Pedro Sánchez es el peor, con gran diferencia. Los dos primeros nunca se habrían atrevido a clavar el cuchillo a España. Pocas naciones del planeta habrían resistido a tanto miserable gobernando.
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El siglo XXI está resultando nefasto para España, un país que ha sido gobernado por tres mediocres miserables y dañidos: Zapatero, Rajoy y Sánchez. Este último el peor de los tres. Es un milagro que España siga viva.
Monstruos devastadores fueron Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini, Pol Pot y otros muchos, todos ellos totalitarios, crueles, asesinos y destructores de pueblos y naciones.

Sánchez es nuestro monstruo “made in Spain”, todo un espécimen deplorable, ególatra, narcisista, cruel, peligroso, injusto, astuto, mentiroso y sin una gota de humanidad es su cuerpo.

Ama tanto el poder que no duda en traicionar a su país, a su pueblo, a la democracia y a la decencia con tal de mantenerse al frente del gobierno.

Sus fechorías son repugnantes y la cobarde España se las traga enteras, sin ni siquiera protestar. La última: negocia ya con ERC un referéndum de independencia para Cataluña, a pesar de haber negado muchas veces que lo aprobaría.

¿Cabe mayor humillación a la dignidad de España? ¿Dónde están los jueces, el Rey y la milicia? ¿No tienen el deber de defender a España?

Sánchez tiene la suerte de que las instituciones que tienen el deber de defender a España están acobardadas y paralizadas, permitiendo que el país y su legalidad sean devastados.

También cuenta con la ventaja de que el pueblo español se ha degenerado tanto que se ha hecho cobarde, insensible y ajeno a los valores y principios que hacen grandes a los pueblos del mundo.

Sánchez es un tipo sin control, libre para cazar la libertad, mentir, estafar y aplastar la verdad y la grandeza. En cualquier otro país de gente decente y democrática, con sus valores cívicos activos y con libertad y orgullo, un político como Sánchez estaría inhabilitado o encarcelado.

Solo una persona psicológicamente dañada está dispuesto a pagar un precio tan alto por conservar el poder: traicionar a su patria, desprecio y odio de millones de sus conciudadanos, desprecio en el plano internacional, división en la sociedad y en su propio partido, ser señalado como asesino de la democracia, soportar amistades inmorales y depredadoras, sentar a los repugnantes comunistas en el Consejo de Ministros, envejecer a alta velocidad, sentir vergüenza cuando se mira al espejo, ser un mentiroso empedernido, abucheos y pitidos por las calles y plazas, la seguridad de que pasará a la historia como un miserable, desprecios para tu familia y un futuro amenazado de cárcel, entre otras muchas carencias y afrentas.

Ha cruzado muchas líneas rojas y arriesga demasiado porque aunque España es un país de cobardes y la oposición de derechas española está castrada, sigue siendo cierto aquello de que "el que la hace la paga" y "el criminal nunca gana". Tarde o temprano, "a cada cerdo le llega su San Martín" y Sánchez tiene muchas probabilidades de terminar mal, como tantos tiranos terminaron.

Francisco Rubiales

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Lunes, 25 de Marzo 2024
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