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El mapa político de España ha cambiado y VOX es ya la fuerza hegemónica en la derecha



VOX ha sobrepasado al PP y es ya la fuerza hegemónica de la derecha española, una realidad que quedará constatada en las próximas elecciones.

Tras el "harakiri" de Pablo Casado, que ha preferido morir dinamitando a su partido, como buen discípulo de Rajoy que es, el mapa político de España ha cambiado de manera sustancial, con un VOX que desplaza al PP del primer puesto y se convierte en la fuerza hegemónica de la derecha. A partir de ahora, con el partido hecho trizas por su pésimo líder, el PP pasa a ser la tercera fuerza del país, después del PSOE y de VOX, quedando como partido secundario en el centro-derecha.

El cambio libra a España del liderazgo en la derecha de un partido destrozado por la corrupción interna y sus complejos cobardes y permitirá al PSOE contaminado de Pedro Sánchez, acompañado por la morralla antidemocrática y sin ética que le rodea y sostiene, plantear las próximas contiendas electorales como a él le gusta, como una "cruzada" de los progres y sus aliados del odio a España contra lo que él llama, malévolamente, "extrema derecha".
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Pablo Casado se ha equivocado a elegir como modelo al indolente, acomplejado y cobarde Rajoy, probablemente el peor líder de la derecha española desde la muerte de Franco
La batalla interna del PP, cruel y a navajazos, ha cambiado ya el mapa político de España, dividiendo al país todavía más de lo que estaba en dos bandos: el de los "pogres" que adoran el Estado y no tienen escrúpulos para aliarse con la escoria antiespañola, y el de las derechas liberales, cuyo poder estuvo hasta ahora lastrado por la hegemonía de un partido como el PP, demasiado corrupto, acomplejado e influido por la izquierda para ejercer con eficacia el liderazgo.

No es todavía posible calcular todo el daño que sufrirá el PP en esta lucha fratricida, ni saber si Isabel Díaz Ayuso podrá sustituir a Casado como líder de su partido, entre otras razones porque ella saldrá también muy dañada de la contienda y de los contratos ventajosos de su hermano, que, aunque legales, le salpicarán con dureza y dañarán su hasta ahora brillante y prometedora carrea política.

Sin el lastre del PP acobardado y corrupto de Pablo Casado, el bloque de la derecha y el centro alcanzarían la mayoría absoluta, como ocurrió en el pasado cuando la obtuvieron UCD, Aznar y Rajoy, mayorías que se disolvieron después como consecuencia de la corrupción, los abusos y los errores de un partido que nunca ha estado a la altura de su electorado.

Ahora habrá que ver que hace VOX como líder de la derecha española, si mantendrá su esperanzador y acertado programa, o si recogerá velas y se sumara a la decepcionante política española de los partidos cobardes, cercanos a la corrupción e incapaces de aportar soluciones valientes y reales.

En este momento, el grito de "Sólo nos queda VOX", lanzado desde hace años por los seguidores de Abascal, es adoptado también por los cientos de miles de españoles que emigran del PP hacia VOX, asqueados ante el triste liderazgo de Pablo Casado.

Todo parece indicar que nadie saldrá fortalecido de la batalla entre Casado y Ayuso, el primero demostrando que no tiene madera de líder ni categoría suficiente para liderar un partido con aspiraciones de gobierno, y la segunda porque los negocios de su hermano terminarán debilitándola.

Será VOX quien tendrá que demostrar su valor y eficacia enfrentándose y compitiendo en primera fila con el socialismo y sus aliados comunistas y antiespañoles.

Hasta ahora, a VOX le bastaba mantenerse limpio y firme en sus ideas y propuestas para crecer constantemente, pero ahora tendrá que demostrar, además, que sabe doblegar a la bestia socialcomunista que, aliada con los peores partidos de España, destrozan cada día un poco más la nación.

Abascal y su equipo deberían reflexionar y prepararse para las nuevas batallas que les esperan porque la Historia les ha colocado en primera fila, en un espacio de peligro mortal, frente a un enemigo terrible que se considera con derecho a gobernar, sin ética, sin escrúpulos y dispuesto a todo con tal de disfrutar del poder y de los privilegios y fondos del Estado.

Francisco Rubiales

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Sábado, 19 de Febrero 2022
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