El "Manual de Resistencia" de Pedro Sánchez más que un libro es un canto obsceno contra la democracia. Ser demócrata no es "resistir" a la voluntad popular, sino ilusionar, ser ejemplar, convencer y hacer que los administrados se sientan a gusto. Pedro Sánchez hace justo lo contrario.
Un presidente de gobierno está obligado a ser ejemplar y a servir de modelo a su pueblo, pero Sánchez, desde una óptica democrática, es piedra de escándalo y todo un anti héroe que escandaliza a su pueblo y que exhibe, de manera impúdica, una ausencia de valores escalofriante y unos comportamientos y actitudes que carecen de dignidad y democracia.
Es cierto que el rasgo más importante de su mandato ha sido la "resistencia", pero ¿a qué y a quién resiste Pedro Sánchez, sino a la voluntad del pueblo español, que le exige elecciones y que cese de gobernar sostenido por una alianza con las fuerzas más negativas y alejadas de los valores democráticos de España, integrada por partidos de ideas totalitarias, racistas, excluyentes, filoterroristas y golpistas?
Muchos creen que las encuestas falseadas del CIS, esas que le otorgan inexplicablemente una victoria electoral si se abrieran las urnas, están hechas por su amigo Tezanos para dotar a Sánchez de propaganda y captar el voto útil de los que siempre votan a los ganadores, pero la realidad es otra: esas encuestas sirven para negar el punto más débil del gobierno de Sánchez, que es el rechazo masivo de los españoles. Las encuestas no trucadas demuestran que Sánchez se enfrenta claramente a la voluntad popular de los españoles, lo que en democracia es un pecado mortal. Esos sondeos reflejan que una inmensa mayoría de españoles quiere elecciones anticipadas ya y que la inmensa mayoría rechaza su gobierno por ser claudicante y sometido a sus socios antiespañoles.
Esa "resistencia" de Sánchez no da para escribir un libro sino para ocultarla en lo más profundo, para enterrarla para que la Historia no la conozca y para evitar que su ejemplo cunda y envilezca a la política y a la ciudadanía.
Creíamos que Sánchez iba a limitarse a envilecer a España y a la política española desde la Moncloa, pero resulta que, además, es exhibicionista y pretende difundir su vergonzoso estilo de gobierno, presentándolo en un libro como modelo de comportamiento.
Cuando te ofrecen basura disfrazada de cultura, en formato libro, y cuando el autor (o el que firma la obra) es el jefe del gobierno, es señal inequívoca de que el mundo se ha vuelto al revés, que los valores están trastocados y que el engaño y la estafa política y moral han alcanzado en España niveles que quizás sean inéditos en todo el mundo.
Francisco Rubiales
Un presidente de gobierno está obligado a ser ejemplar y a servir de modelo a su pueblo, pero Sánchez, desde una óptica democrática, es piedra de escándalo y todo un anti héroe que escandaliza a su pueblo y que exhibe, de manera impúdica, una ausencia de valores escalofriante y unos comportamientos y actitudes que carecen de dignidad y democracia.
Es cierto que el rasgo más importante de su mandato ha sido la "resistencia", pero ¿a qué y a quién resiste Pedro Sánchez, sino a la voluntad del pueblo español, que le exige elecciones y que cese de gobernar sostenido por una alianza con las fuerzas más negativas y alejadas de los valores democráticos de España, integrada por partidos de ideas totalitarias, racistas, excluyentes, filoterroristas y golpistas?
Muchos creen que las encuestas falseadas del CIS, esas que le otorgan inexplicablemente una victoria electoral si se abrieran las urnas, están hechas por su amigo Tezanos para dotar a Sánchez de propaganda y captar el voto útil de los que siempre votan a los ganadores, pero la realidad es otra: esas encuestas sirven para negar el punto más débil del gobierno de Sánchez, que es el rechazo masivo de los españoles. Las encuestas no trucadas demuestran que Sánchez se enfrenta claramente a la voluntad popular de los españoles, lo que en democracia es un pecado mortal. Esos sondeos reflejan que una inmensa mayoría de españoles quiere elecciones anticipadas ya y que la inmensa mayoría rechaza su gobierno por ser claudicante y sometido a sus socios antiespañoles.
Esa "resistencia" de Sánchez no da para escribir un libro sino para ocultarla en lo más profundo, para enterrarla para que la Historia no la conozca y para evitar que su ejemplo cunda y envilezca a la política y a la ciudadanía.
Creíamos que Sánchez iba a limitarse a envilecer a España y a la política española desde la Moncloa, pero resulta que, además, es exhibicionista y pretende difundir su vergonzoso estilo de gobierno, presentándolo en un libro como modelo de comportamiento.
Cuando te ofrecen basura disfrazada de cultura, en formato libro, y cuando el autor (o el que firma la obra) es el jefe del gobierno, es señal inequívoca de que el mundo se ha vuelto al revés, que los valores están trastocados y que el engaño y la estafa política y moral han alcanzado en España niveles que quizás sean inéditos en todo el mundo.
Francisco Rubiales