Información y Opinión

El lamentable papel de la Justicia en el sosten de la corrupción y de la antidemocracia en España



Pepiño Blanco y Jaume Matas, ex ministros del PSOE y del PP implicados en asuntos turbios y en la antesala de la cárcel por corrupción, acaban de ser "salvados" por un Tribunal Supremo politizado y plagado de magistrados designados por los grandes partidos políticos españoles.

Al juez del caso Blesa le empapelan por haber sido valiente y haberse atrevido a imputar y encarcelar a un VIP blindado de la élite española. La Fiscalía de Madrid ha presentado una querella contra el juez Silva por delitos de prevaricación, retardo malicioso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la propiedad individual en relación con sus actuaciones en el denominado 'caso Blesa' contra el expresidente de Caja de Madrid. Mientras tanto, el juez Garzón pide que anulen la sentencia que le apartaba de la carrera judicial porque el presidente del Tribunal Constitucional que le condeno, Francisco Pérez de los Cobos, tiene carné del Partido Popular y paga sus cuotas de militante.
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No hay duda alguna de que la Justicia, en España, es un desastre, está muy alejada de la democracia y bajo sospecha. Cada día son mas los españoles que creen que la Justicia en España está prostituida, dominada por los partidos políticos y tan necesitada de regenerarse y democratizarse como la clase política. En un país donde se va a la cárcel por robar un jamón y no pisan la prisión los saqueadores de las cajas de ahorros, los estafadores de las participaciones preferentes y los miles de políticos que se han enriquecido ilegalmente mediante el soborno, las comisiones, la arbitrariedad y todo tipo de delitos contra la decencia, la Fiscalía, que debería ser la garantía de que el Estado está limpio y cumple y hace cumplir la ley, y el sistema judicial entero están bajo seria sospecha.

Menos mal que todavía queda resistencia y honra en la sociedad española y Manos Limpias anuncia acciones contra los fiscales que se han querellado contra el juez Silva, aunque es difícil que esa querella prospera frente a una Fiscalia poderosa y todavía mas impune y blindada que la casta política.

El papel desempeñado por la Fiscalía del Estado en el caso del banquero Miguel Blesa, al que parecía defender en lugar de acusar, y en otros procesos contra poderosos y miembros destacados del sistema infectados de corrupción, como son los de la infanta Cristina y el ex tesorero del PP Barcenas, refleja las enormes carencias democráticas de esa institución y la alta responsabilidad que ha contraído como sostenedora de la falta de democracia, la arbitrariedad y la injusticia que emanan y propagan los últimos gobiernos de España.

El control de la Fiscalía y la intervención directa de la Justicia nombrando jueces y magistrados e influyendo en las carreras judiciales, son resortes utilizados por los grandes partidos políticos españoles para neutralizar la división de los poderes básicos del Estado y prostituir la democracia, dotando a los partidos y a los políticos de un poder que es prácticamente impune y que es radicalmente incompatible con el sistema democrático.

En lugar de cumplir con el deber de limpiar la sociedad de inmundicia y de combatir la corrupción y el delito que se han atrincherado en el Estado, la Fiscalía aparece muchas veces ante la opinión pública como un instrumento partidista y como bastión de los corruptos y de los que saquean las arcas públicas y fortalecen la injusticia desde el poder político.

Pocos ciudadanos en España se creen que la Fiscalía sea una institución independiente, ecuánime y capaz de anteponer la defensa de la Justicia a los intereses del gobierno de turno. La opinión mayoritaria de los españoles cree justamente lo contrario, lo que constituye ya, en sí mismo y con independencia de cual sea su verdadero comportamiento, un grave déficit democrático porque los ciudadanos tienen derecho no solo a tener un gobierno justo y decente, sino también a sentirse orgullosos y satisfechos de sus instituciones y liderazgos.

Muchos analistas y pensadores políticos, entre los que nos incluimos, creemos que la regeneración de la Justicia es una tarea mas urgente y vital que la regeneración de la vida política, ya que la limpieza de corruptos y sinverguenzas incrustados en el Estado y sus instituciones sería imposible sin una Justicia independiente y fiel a las leyes que imponga castigos a los políticos que, hasta ahora, han disfrutado de una impúdica impunidad.


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Miércoles, 24 de Julio 2013
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