Un catalan va al almacén de un judío a comprar unos sostenes negros.
El judío, olfateando un buen negocio, le dice que esos son muy raros y que le quedan pocos, que entonces se los vende a 60 dólares cada uno. El catalan compra 6.
El catalan regresa unos días más tarde y pide 2 docenas.
El judío dice que se han vuelto todavía más raros y que se los vende a a 70 dólares cada uno.
Un mes más tarde, el catalan compra todos los que le quedan al judío por 80 dólares cada uno.
El judío con curiosidad le pregunta qué hace él con todos esos sostenes negros.
El catalan le responde:
Yo los corto en 2 y hago sombreros que les vendo a los judíos a 100 dólares cada uno".
El judío, olfateando un buen negocio, le dice que esos son muy raros y que le quedan pocos, que entonces se los vende a 60 dólares cada uno. El catalan compra 6.
El catalan regresa unos días más tarde y pide 2 docenas.
El judío dice que se han vuelto todavía más raros y que se los vende a a 70 dólares cada uno.
Un mes más tarde, el catalan compra todos los que le quedan al judío por 80 dólares cada uno.
El judío con curiosidad le pregunta qué hace él con todos esos sostenes negros.
El catalan le responde:
Yo los corto en 2 y hago sombreros que les vendo a los judíos a 100 dólares cada uno".