Con los votos de socialistas y comunistas, el Consejo Audiovisual de Andalucía ha rechazado la propuesta de los consejeros de la oposición de emitir un comunicado que expresase al menos la preocupación por el Juicio que se está celebrando a dos periodistas del diario "El Mundo", acusados por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.
Esa votación, unida a otros episodios en el pasado, pone de manifiesto la nula independencia de ese órgano y su inutilidad en el ámbito de la comunicación andaluza.
Los periodistas Francisco Rossel y Javier Caravallo, director y redactor jefe, respectivamente, de "El Mundo de Andalucía" están siendo juzgados tras haber sido acusados personalmente por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, por haber publicado una información sobre un presunto caso de espionaje, ordenado por Chaves y otros dirigentes socialistas, al presidente de la antigua Caja San Fernando, de Sevilla.
En nuestra opinión, el Consejo Audiovisual y otros muchos órganos y chiringuitos de extracción parlamentaria constituyen caprichos impuestos por el poder político para premiar con sueldos y privilegios servidumbres, lealtades y sometimientos. Al reproducir fielmente las mayorías y minorías del Parlamento, esos órganos marginan a la sociedad civil, que jamás está representada, son siempre una réplica del gobierno y no hacen otra cosa que duplicarlo. De hecho, sus opiniones y dictámenes jamás se oponen al pensamiento dominante, ni a los intereses del poder.
Son, además, organismos muy costosos que incrementan el despilfarro y la ostentación del poder, ya que sus miembros gozan de sueldos y privilegios similares a los de los altos cargos públicos.
Esa votación, unida a otros episodios en el pasado, pone de manifiesto la nula independencia de ese órgano y su inutilidad en el ámbito de la comunicación andaluza.
Los periodistas Francisco Rossel y Javier Caravallo, director y redactor jefe, respectivamente, de "El Mundo de Andalucía" están siendo juzgados tras haber sido acusados personalmente por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, por haber publicado una información sobre un presunto caso de espionaje, ordenado por Chaves y otros dirigentes socialistas, al presidente de la antigua Caja San Fernando, de Sevilla.
En nuestra opinión, el Consejo Audiovisual y otros muchos órganos y chiringuitos de extracción parlamentaria constituyen caprichos impuestos por el poder político para premiar con sueldos y privilegios servidumbres, lealtades y sometimientos. Al reproducir fielmente las mayorías y minorías del Parlamento, esos órganos marginan a la sociedad civil, que jamás está representada, son siempre una réplica del gobierno y no hacen otra cosa que duplicarlo. De hecho, sus opiniones y dictámenes jamás se oponen al pensamiento dominante, ni a los intereses del poder.
Son, además, organismos muy costosos que incrementan el despilfarro y la ostentación del poder, ya que sus miembros gozan de sueldos y privilegios similares a los de los altos cargos públicos.