Información y Opinión

El estercolero público español



Hubo un tiempo en el que el poder público era ejemplar y servía como referencia de comportamiento y funcionamiento a los ciudadanos. Hoy, en España, los datos demuestran que el sector público es un estercolero cuyo comportamiento avergüenza a la ciudadanía y envilece a la sociedad.
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El sector público español huele mal. Hay prácticas que se consideran normales en la democracia degenerada española, pero que, en realidad, son vilezas antidemocráticas. Hay miles y se practican a diario sin que ni siquiera sean detectadas o denunciadas por los medios de comunicación. Una de las más viles y repugnantes es comprar con dinero público los votos que necesita un gobierno para sacar a delante determinadas leyes que, sin esos pagos, legales pero ilegítimos en democracia, serian derrotadas. El ejemplo más claro de esa vileza es reciente: los 1.582 millones que acaba de pagar Zapatero por los votos del PNV y de Coalición Canaria, necesarios para subir el IVA, una medida que, para colmo de males, es rechazada por la inmensa mayoría de la sociedad española.

El estercolero público español es enorme, como un océano de basura maloliente: miles de políticos cuyo patrimonio es injustificable, miles de ayuntamientos bajo sospecha judicial, muchos de los cuales están siendo investigados o juzgados, concursos públicos trucados para que los ganen los amigos, concesiones a dedo otorgadas a los amigos del poder, decenas de miles de puestos de trabajo públicos otorgados a familiares, amigos y a compañeros de partidos, puestos que en su mayoría son innecesarios y que convierten al Estado español en uno de los más obesos e incosteables del planeta, la mentira instalada en el poder, manipulación de las noticias en los medios públicos, listas negras de ciudadanos y empresas que no reciben subvenciones ni pueden ganar concursos públicos por tener ideas contrarias al pensamiento único que exige el poder, irregularidades administrativas, agentes de tráfico que persiguen a ciudadanos sin otro fin que recaudar dinero para el poder, inspectores de Hacienda presionados para que recauden más dinero porque la casta lo necesita para manetener sus privilegios, ni un sólo ejemplo de austeridad procedente del gobierno, avance galopante del desempleo y un gobierno inepto e incapaz de detener los efectos letales de la crisis... son la comida diaria del ciudadano español informado, el espectáculo bochornoso y nauseabundo que emite el poder público en una España podrida que necesita ser refundada.

Pero la lista de dramas y escándalos del sector público español apenas ha comenzado porque hay que agregar al balance despilfarro incontrolado, desprestigio internacional, pérdida de peso en el escenario mundial, inseguridad ciudadana que avanza, ayuda a países y partidos políticos amigos disfrazadas de planes de cooperación, pérdida de credibilidad del poder político, desconfianza ciudadana, desprestigio de la democracia, políticos que aparecen en las encuestas señalados como el tercer gran problema de la nación, incluso por delante del terrorismo, administraciones públicas que no pagan sus deudas y obligan a cerrar a empresas por asfixia, galerías obscenas de coches oficiales y un océano de privilegios y ventajas para cargos públicos que resultan ofensivos e indecentes en tiempos de crisis, como tarjetas visa con cobertura pública, facturas pagadas de teléfonos móviles, residencias oficiales sin justificar, guardaespaldas innecesarios, dietas casi secretas y otras decenas de ventajas y distinciones que convierten a la "casta" de los políticos en la élite de la sociedad, en los nuevos señoritos, cada día más señalados y odiados por el pueblo.

La democracia putrefacta española es incapaz de reaccionar y continúa su avance inexorable hacia su descrédito total, provocando rebeldía, causando indignación y convirtiendo a España en una cloaca.

Leer la prensa o seguir los noticieros de radio y televisión se ha convertido ya en un suplicio moral y físico. la galería de abusos y arbitrariedades públicas es casi infinita. Algunos, ante ese espectáculo desolador, piensan que el mundo es así y se omiten, pero otros muchos se indignan y se rebelan, reacción lógica del ciudadano en democracia.

La España que habitamos y compartimos será estudiada pronto como ejemplo mundial de mal gobierno en las principales escuelas políticas y de negocios del mundo. Los "demócratas", desde la muerte de Franco, han conducido al país, de manera inexorable, hacia lo que hoy es, una sociedad degenerada, sometida a los nuevos amos políticos, económicamente en crisis y con su convivencia y futuro amenazados, que, al mismo tiempo, es una potencia mundial en campos tan vergonzosos como la prostitución, la trata de blancas, el tráfico y consumo de drogas, el desempleo, la desconfianza de los ciudadanos en sus líderes, el desprestigio del poder polítiico y del sistema, la inseguridad ciudadana, la población encarcelada, coches oficiales y privilegios de los poderosos, partidos políticos sin control, de poder imparable, ciudadanos marginados, fracaso escolar, pésima calidad de la enseñanza, paraísos de las mafias internacionales, violencia de género, aborto, incremento del foso que separa a ricos de pobres, atasco de la Justicia, violaciones de la constitución,.. y un largo y estremecedor etcétera.

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Martes, 23 de Marzo 2010
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