"Quiero dirigirme hoy a toda la sociedad española y en especial a los inmigrantes que se incorporan a ella para indicaros las condiciones y actitudes que son imprescindibles para que nuestro convivencia funcione y se asiente sobre bases sólidas.
Todos los inmigrantes que llegan a España, en especial aquellos que proceden de culturas muy distintas a la nuestra, deben saber que España es un país antiguo que se ha forjado gracias al esfuerzo colectivo de los españoles, un esfuerzo costoso y a veces sangriento, que nos ha dado como fruto una nación próspera y con deseos de seguir progresando en libertad, paz y armonía.
En consecuencia, no vamos a admitir entre nosotros a los que lleguen con ánimo de poner en peligro esa convivencia.
Quiero que esta advertencia sea especialmente clara para aquellos musulmanes que están entre nosotros cargados de violencia y de rencor Sé que son pocos, pero sé también que existen y que están empeñados en vivir bajo los más radicales mandatos de la Sharía islámica. Si no cambian de actitud, deben marcharse porque no vamos a soportar que desde nuestra propia sociedad se lancen ataques terroristas y se agreda al pacífico y acogedor pueblo de España.
He ordenado a las fuerzas de seguridad españolas y a nuestro servicios de inteligencia que intensifiquen su vigilancia sobre los violentos y sobre los que llegan con ánimo de destrucción. Formamos parte de Europa y Europa entera ha decidido defender su cultura frente a los que quieren destruirla.
Estamos hartos de que los españoles realicemos todo tipo de esfuerzos para acoger a los inmigrantes y de que algunos de los que llegan respondan a esa actitud acogedora con delincuencia, violencia y agresiones.
La mayoría de nosotros somos cristianos, pero no vamos a exigiros que también lo seáis. En materia de religión, sólo queremos que cada cual practique la suya en paz y respeto, pero sin un gramo de violencia o intolerancia.
Nuestra lengua no es el árabe, ni el francés, ni el inglés, ni el chino, sino el español, por lo que pedimos a los que quieran vivir entre nosotros que aprendan nuestra lengua.
También exigimos respeto para nuestra cultura y nuestras costumbres, del mismo modo que respetaremos las vuestras, siempre que no colisionen y dañen la convivencia.
Los que tienen que adaptarse al llegar a España son los visitantes, no los que estamos aquí desde hace milenios.
Queremos construir el futuro juntos y reconocemos el valor de la aportación que realizan los inmigrantes. Estamos dispuestos a compartir nuestros derechos, nuestra prosperidad y nuestros logros con vosotros, pero no vamos a soportar agresiones a nuestro modo de vida y a nuestra seguridad.
El resumen de este mensaje es simple: toleraremos vuestras costumbres y creencias, pero ustedes deben tolerar las nuestras y adaptarse a nuestras leyes, a nuestras instituciones democráticas y a las costumbres que facilitan nuestra convivencia.
Quien no esté dispuesto a hacerlo, debe marcharse y debe hacerlo antes de que sea obligado a hacerlo por la fuerza.
Es hora de que ustedes acepten al país que ya les aceptó."
Todos los inmigrantes que llegan a España, en especial aquellos que proceden de culturas muy distintas a la nuestra, deben saber que España es un país antiguo que se ha forjado gracias al esfuerzo colectivo de los españoles, un esfuerzo costoso y a veces sangriento, que nos ha dado como fruto una nación próspera y con deseos de seguir progresando en libertad, paz y armonía.
En consecuencia, no vamos a admitir entre nosotros a los que lleguen con ánimo de poner en peligro esa convivencia.
Quiero que esta advertencia sea especialmente clara para aquellos musulmanes que están entre nosotros cargados de violencia y de rencor Sé que son pocos, pero sé también que existen y que están empeñados en vivir bajo los más radicales mandatos de la Sharía islámica. Si no cambian de actitud, deben marcharse porque no vamos a soportar que desde nuestra propia sociedad se lancen ataques terroristas y se agreda al pacífico y acogedor pueblo de España.
He ordenado a las fuerzas de seguridad españolas y a nuestro servicios de inteligencia que intensifiquen su vigilancia sobre los violentos y sobre los que llegan con ánimo de destrucción. Formamos parte de Europa y Europa entera ha decidido defender su cultura frente a los que quieren destruirla.
Estamos hartos de que los españoles realicemos todo tipo de esfuerzos para acoger a los inmigrantes y de que algunos de los que llegan respondan a esa actitud acogedora con delincuencia, violencia y agresiones.
La mayoría de nosotros somos cristianos, pero no vamos a exigiros que también lo seáis. En materia de religión, sólo queremos que cada cual practique la suya en paz y respeto, pero sin un gramo de violencia o intolerancia.
Nuestra lengua no es el árabe, ni el francés, ni el inglés, ni el chino, sino el español, por lo que pedimos a los que quieran vivir entre nosotros que aprendan nuestra lengua.
También exigimos respeto para nuestra cultura y nuestras costumbres, del mismo modo que respetaremos las vuestras, siempre que no colisionen y dañen la convivencia.
Los que tienen que adaptarse al llegar a España son los visitantes, no los que estamos aquí desde hace milenios.
Queremos construir el futuro juntos y reconocemos el valor de la aportación que realizan los inmigrantes. Estamos dispuestos a compartir nuestros derechos, nuestra prosperidad y nuestros logros con vosotros, pero no vamos a soportar agresiones a nuestro modo de vida y a nuestra seguridad.
El resumen de este mensaje es simple: toleraremos vuestras costumbres y creencias, pero ustedes deben tolerar las nuestras y adaptarse a nuestras leyes, a nuestras instituciones democráticas y a las costumbres que facilitan nuestra convivencia.
Quien no esté dispuesto a hacerlo, debe marcharse y debe hacerlo antes de que sea obligado a hacerlo por la fuerza.
Es hora de que ustedes acepten al país que ya les aceptó."
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