En Voto en Blanco somos lectores de "El Mundo" y creiamos que ese periódico era serio y solvente, uno de los pocos que se atreven a rondar la verdad en esta España de tahures, truhanes y estafadores, pero hoy comprobamos con decepción que también ese diario se suma a la gran estafa de vender a los ciudadanos españoles la mentira de que están gobernados por un régimen democrático.
El Mundo lanza hoy, a bombo y platillo, una serie por capítulos, plasmada en libros y DVDs, bajo títulos tan falsos como "El camino e la libertad" y "Los españoles consiguen poner en pie la Democracia". Ni una cosa ni la otra. Los españoles tienen hoy muy restringida su auténtica libertad y esa democracia que menciona El Mundo no es otra cosa que una sucia oligocracia de partidos.
Los políticos y, por desgracia, también la mayoría de los medios de comunicación, son los únicos que hablan ya de democracia para referirse al actual sistema español. Los ciudadanos libres y conscientes saben muy bien que de la democracia sólo queda en pie la apertura de las urnas cada cuatro años porque el resto de los principios y condiciones de la democracia han perecido: los poderes básicos del Estado están bajo control de los partidos e intervenidos por el Ejecutivo; la sociedad civil, que debe actual de contrapeso al poder político, está ocupada por los partidos políticos y en estado de muerte cerebral; las elecciones no son realmente libres porque no son los ciudadanos sino los partidos los que eligen; los partidos políticos se han convertido en dictadores del sistema y hoy son los únicos dueños del poder, desplazando y sometiendo al ciudadano, teórico soberano de la democracia; valores fundamentales como la igualdad ante la ley y la solidaridad están hundidos; los medios de comunicación han dejado de cumplir su imprescindible misión de criticar y fiscalizar al poder; la ley no es un imperio sino un chiringuito... todo eso sin mencionar que el Estado está infectado por enfermedades como la corrupción, el amiguismo, la obesidad de las administraciones, el oportunismo y otras muchos, todas ellas letales para la democracia.
Ojalá "El Mundo" refleje en sus páginas la gran traición a la democracia española, perpetrada por los poderosos, y abandone sus lamentables aportaciones a la gran estafa de la política española al ciudadano y a la verdad.
El Mundo lanza hoy, a bombo y platillo, una serie por capítulos, plasmada en libros y DVDs, bajo títulos tan falsos como "El camino e la libertad" y "Los españoles consiguen poner en pie la Democracia". Ni una cosa ni la otra. Los españoles tienen hoy muy restringida su auténtica libertad y esa democracia que menciona El Mundo no es otra cosa que una sucia oligocracia de partidos.
Los políticos y, por desgracia, también la mayoría de los medios de comunicación, son los únicos que hablan ya de democracia para referirse al actual sistema español. Los ciudadanos libres y conscientes saben muy bien que de la democracia sólo queda en pie la apertura de las urnas cada cuatro años porque el resto de los principios y condiciones de la democracia han perecido: los poderes básicos del Estado están bajo control de los partidos e intervenidos por el Ejecutivo; la sociedad civil, que debe actual de contrapeso al poder político, está ocupada por los partidos políticos y en estado de muerte cerebral; las elecciones no son realmente libres porque no son los ciudadanos sino los partidos los que eligen; los partidos políticos se han convertido en dictadores del sistema y hoy son los únicos dueños del poder, desplazando y sometiendo al ciudadano, teórico soberano de la democracia; valores fundamentales como la igualdad ante la ley y la solidaridad están hundidos; los medios de comunicación han dejado de cumplir su imprescindible misión de criticar y fiscalizar al poder; la ley no es un imperio sino un chiringuito... todo eso sin mencionar que el Estado está infectado por enfermedades como la corrupción, el amiguismo, la obesidad de las administraciones, el oportunismo y otras muchos, todas ellas letales para la democracia.
Ojalá "El Mundo" refleje en sus páginas la gran traición a la democracia española, perpetrada por los poderosos, y abandone sus lamentables aportaciones a la gran estafa de la política española al ciudadano y a la verdad.
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