Torpedos
El dia del pago a Hacienda, el mas triste y humillante del año
Ayer, 24 de junio, tras presentar mi declaración a Hacienda y pagar mis impuestos, me sentí humillado y asqueado. Aunque el tamaño de los impuestos es abusivo y desproporcionado, el cobro de impuestos como el del patrimonio es claramente injusto y equivale a un asalto porque te obligan a pagar dos veces por el mismo concepto y sólo se explican desde la codicia indecente del gobierno. Que quienes te exigen ese dinero, bajo coacción y amenaza, sean los mismos políticos que cobran sueldos opacos dobles y quizás triples y que están llevando a España hasta el desastre, produce una indignación infinita e impotente.
Como ciudadano español, tengo que trabajar, quiera o no, unos siete meses al año para financiar el Estado predador que tenemos, obeso e insostenible, donde se han atrincherado tipos mafiosos e indecentes que viven del privilegio y abusan del poder, un Estado donde cientos de miles de políticos inútiles, sin otro mérito que tener un carné de partido, han sido colocados por sus amigos con poder.
No es que me niegue a contribuir al esfuerzo colectivo porque estaría dispuesto, incluso, a pagar el doble de lo que pago si creyera que mi dinero va a ser administrado con justicia por gente decente, pero me temo que con mi esfuerzo estoy contribuyendo al mal, a engordar a una casta dominante que, por su comportamiento y por los centenares de causas abiertas que tiene por corrupción y otros delitos miserables, demuestra no tener altura y carecer de valores y decencia. Es mas, tengo la dura sospecha de que ese dinero que el gobierno me confisca contra mi voluntad puede servir para fines sucios y temo que enriquezca todavía mas a los Bárcenas, a los Pepiños y a los miles de pajarracos y parásitos que han llevado mi país hasta la ruina, tras haber saqueado las cajas de ahorro, metido sus sucias manos en las arcas públicas y construido, a base de codicia, corrupción, abuso de poder y mentiras, una sociedad deleznable, donde la democracia y la justicia están ausentes. Nada mas pensar que mi contribución fiscal va a ser administrada por los mismos que han bendecido la gran estafa de las participaciones preferentes y que han incumplido todas sus promesas electorales, perpetrando así un inmoral fraude a los ciudadanos incompatible con la democracia, me entran unas ganas terribles de vomitar.
Al lado de ese expolio abusivo y canalla que el gobierno perpetra cada año con los impuestos, los diezmos e impuestos del medievo eran cargas suaves y honradas.
¡Malditos golfos que nos impiden vivir en un mundo decente!
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Lunes, 24 de Junio 2013
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