Información y Opinión

El corrupto y delictivo despilfarro del socialismo español



El gobierno de Pedro Sánchez acaba de condonar a la desleal Cataluña más de 17.000 millones de euros de deuda, incrementando así la ya inmensa deuda del Estado Español, producto del despilfarro y la insensatez del sanchismo.

Con esa jugada miserable, Sánchez se garantiza la permanencia en el poder, que es lo que más le interesa.

Miles de expertos y estudiosos españoles creen que Pedro Sánchez despilfarra de manera suicida y causa un daño irreparable a España gastando demasiado dinero en estupideces, compra de poder y votos, manipulación informativa y multitud de peajes y chiringuitos corruptos e ideológicos que no tienen otro objetivo que reforzar su poder personal y beneficiar a sus seguidores, siempre en detrimento de la igualdad entre los españoles que impone la Constitución.

También creen que una política de austeridad sería la receta perfecta para la España actual, que, sin dañar la sanidad y la educación, permitiría crecer más, bajar los impuestos, apoyar más el desarrollo científico y tecnológico y hasta duplicar el gasto en defensa.

El despilfarro socialista es, junto con la corrupción y el abuso de poder, la principal causa del endeudamiento atroz del país, el gran pecado socialista y una de sus mayores injusticias, junto con los regalos y concesiones a Marruecos y a sus socios catalanes y vascos.

España, bajo el gobierno de Sánchez, es el Marruecos de Europa.
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María Jesús Montero, Ministra de Hacienda de España y princial colaborada de Sánchez en la orgía de despilfarro y saqueo fiscal
María Jesús Montero, Ministra de Hacienda de España y princial colaborada de Sánchez en la orgía de despilfarro y saqueo fiscal
España tiene más funcionarios que todos los países de su entorno y más aforados que el resto de Europa junta. También tenemos más organismos públicos que Alemania y Francia juntas, pero, a pesar de ese despilfarro, el Estado español es el más ineficiente y el que pierde más calidad en servicios vitales, como son la sanidad y la educación.

Nuestras administraciones son ineficientes y están invadidas por la corrupción y la imbecilidad. En no pocos casos, llegan a cuadruplicar sus funciones.

La deuda pública suma 409.000 millones desde que Sánchez llegó a Moncloa, un 33,7% más, y toca nuevo techo. El presidente del gobierno es un loco sin control que odia el ahorro y al que no le importa endeudar a las futuras generaciones de españoles. Es un desalmado al frente de una nación de cobardes que no para de gastar dinero innecesariamente.

Donald Trump y Javier Milei ganaron las elecciones aprovechando el componente de "revuelta fiscal" que detectaron en Estados Unidos y Argentina. Percutieron con un mensaje que se podría resumir así: el país no es el mejor que podemos tener porque se gasta una infinidad de dinero público en cuestiones absurdas e ideológicas.

En España ocurre exactamente lo mismo, aunque aumentado por dos o por tres, pero nos falta el Trump o el Milei que acabe con la locura del gasto socialista.

Conservo amigos en El Salvador, país en el que dirigí un equipo de periodistas entre 1977 y 1980. Hoy me dicen esos amigos, bien informados, que gracias a que el presidente Bukele no roba, hay dinero de sobra para todo.

Lo mismo ocurre en otros países que conservan la decencia y no han caído en manos de corruptos y despilfarradores. Con los impuestos y con austeridad y decencia gubernamental, sobra el dinero para mejorar los servicios y para que la riqueza crezca.

Pero España, aunque la propaganda de Sánchez diga lo contrario, no para de retroceder. Con Franco era la octava o novena potencia industrial, pero hoy nos han adelantado una decena de países europeos en renta per cápita y somos campeones en corrupción pública, despilfarro, tráfico y consumo de drogas, lavado de dinero negro, trata de blancas, privilegios para los políticos y desempleo, sobre todo juvenil.

Francisco Rubiales


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Martes, 25 de Febrero 2025
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