Uno de los miles de mensajes antisocialistas que inundan las redes españolas, difundidos por la resistencia al Nuevo Orden Mundial
Venezuela no es un país pobre, aunque eso digan las estadísticas mundiales. Sólo es un país con su población empobrecida y esclavizada, pero con su riqueza, casi intacta, en manos del gobierno, que la utiliza para financiar la revolución neocomunista que pretende crear un nuevo orden mundial (NOM), ajeno a la democracia.
El petróleo, el oro, las gemas y otras riquezas minerales procedentes de su rica tierra están sirviendo para financiar el asesinato de la democracia y las libertades en muchos países del mundo.
España es uno de ellos y el dinero venezolano, de forma clandestina, está llegando y se emplea para financiar partidos radicales comunistas, como Podemos, y para otros fines que el pueblo desconoce, pero que el gobierno de Pedro Sánchez conoce perfectamente.
En un descuido, la opinión pública tuvo acceso a un acontecimiento que debió permanecer en secreto, pero que saltó a los medios causando gran escandalo y estupor. Delcy Rodríguez, número dos del gobierno de Nicolás Maduro, trajo a España 40 maletas cuyo contenido nunca fue revelado, pero que según algunas filtraciones contenían dinero y documentación sensible, quizás de gran valor para el gobierno de Pedro Sánchez.
La reunión del 20 de enero de 2020, en el aeropuerto de Madrid Barajas, ente Delcy y el ministro socialista Ábalos fue un descuido que revela el flujo de dinero, documentos y cooperación oscura entre el gobierno social comunista español y el régimen tiránico de Venezuela, el gran financiador del asesinato mundial de la democracia.
Fidel Castro dedicó los últimos años de su vida a perfeccionar una estrategia destinada a resucitar el comunismo, hundido tras el derribo del Muro de Berlín, y a dominar el mundo. Pudo hacerlo porque logró reunir los soportes necesarios: el dinero venezolano y el apoyo político militar de China, Rusia, Irán y otros países y lo que quizás fuera lo más importante, el apoyo del poder mundial en las sombras. Esa alianza permitió asaltos al poder en países como Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina, Nicaragua y otros, unos triunfadores y otros derrotados. España era el objetivo más deseado de la estrategia de resurrección y asalto comunista al poder mundial. La financiación del nuevo partido político comunista Podemos fue el primer movimiento, pero hubo otros posteriores de similar trascendencia y valor, entre ellos la reconversión del PSOE, bajo Pedro Sánchez, en un partido colaborador con el asalto a la democracia y las libertades.
Hoy, ese asalto al poder es fuerte y sólido, sobre todo después de la derrota electoral, quizás trucada, de Donald Trump, contrario a esa operación y enemigo declarado del proyecto de resucitar el comunismo y convertirlo en dueño del mundo.
China e Irán están entregados por completo al proyecto, pero la adhesión de la Rusia de Putin es menos firme, aunque por el momento es evidente. El recelo de los rusos ante los chinos es viejo y permanente, lo que impide que la entrega rusa al asalto sea plena. Son dos vecinos demasiado poderosos y poco compatibles, a juzgar por la Historia.
Las riquezas de Venezuela son casi inagotables y su flujo hacia la gran conspiración es constante. El esfuerzo venezolano es especialmente vil porque el dinero que se exporta, sustrayéndolo al pueblo hambriento y esclavizado, está haciendo multimillonarios a muchos venezolanos corruptos y chavistas y a no pocos de sus cómplices en el mundo, además de financiar una de las operaciones más miserables y negativas de la Historia, nada menos que el asesinato de la democracia, el único sistema ideado por el hombre que defiende abiertamente las libertades y derechos de los ciudadanos frente al poder abusivo de los gobiernos y los estados.
Nunca olvidaré lo que me dijo Fidel en una de nuestras conversaciones, cuando yo era el periodista director de la Agencia EFE en Cuba: "Gallego, no olvides nunca que el futuro pertenece por entero al socialismo". Yo me reía entonces porque pensaba, como hoy, que el futuro pertenece a la democracia y la libertad, pero empiezo a tener dudas.
Francisco Rubiales
El petróleo, el oro, las gemas y otras riquezas minerales procedentes de su rica tierra están sirviendo para financiar el asesinato de la democracia y las libertades en muchos países del mundo.
España es uno de ellos y el dinero venezolano, de forma clandestina, está llegando y se emplea para financiar partidos radicales comunistas, como Podemos, y para otros fines que el pueblo desconoce, pero que el gobierno de Pedro Sánchez conoce perfectamente.
En un descuido, la opinión pública tuvo acceso a un acontecimiento que debió permanecer en secreto, pero que saltó a los medios causando gran escandalo y estupor. Delcy Rodríguez, número dos del gobierno de Nicolás Maduro, trajo a España 40 maletas cuyo contenido nunca fue revelado, pero que según algunas filtraciones contenían dinero y documentación sensible, quizás de gran valor para el gobierno de Pedro Sánchez.
La reunión del 20 de enero de 2020, en el aeropuerto de Madrid Barajas, ente Delcy y el ministro socialista Ábalos fue un descuido que revela el flujo de dinero, documentos y cooperación oscura entre el gobierno social comunista español y el régimen tiránico de Venezuela, el gran financiador del asesinato mundial de la democracia.
Fidel Castro dedicó los últimos años de su vida a perfeccionar una estrategia destinada a resucitar el comunismo, hundido tras el derribo del Muro de Berlín, y a dominar el mundo. Pudo hacerlo porque logró reunir los soportes necesarios: el dinero venezolano y el apoyo político militar de China, Rusia, Irán y otros países y lo que quizás fuera lo más importante, el apoyo del poder mundial en las sombras. Esa alianza permitió asaltos al poder en países como Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina, Nicaragua y otros, unos triunfadores y otros derrotados. España era el objetivo más deseado de la estrategia de resurrección y asalto comunista al poder mundial. La financiación del nuevo partido político comunista Podemos fue el primer movimiento, pero hubo otros posteriores de similar trascendencia y valor, entre ellos la reconversión del PSOE, bajo Pedro Sánchez, en un partido colaborador con el asalto a la democracia y las libertades.
Hoy, ese asalto al poder es fuerte y sólido, sobre todo después de la derrota electoral, quizás trucada, de Donald Trump, contrario a esa operación y enemigo declarado del proyecto de resucitar el comunismo y convertirlo en dueño del mundo.
China e Irán están entregados por completo al proyecto, pero la adhesión de la Rusia de Putin es menos firme, aunque por el momento es evidente. El recelo de los rusos ante los chinos es viejo y permanente, lo que impide que la entrega rusa al asalto sea plena. Son dos vecinos demasiado poderosos y poco compatibles, a juzgar por la Historia.
Las riquezas de Venezuela son casi inagotables y su flujo hacia la gran conspiración es constante. El esfuerzo venezolano es especialmente vil porque el dinero que se exporta, sustrayéndolo al pueblo hambriento y esclavizado, está haciendo multimillonarios a muchos venezolanos corruptos y chavistas y a no pocos de sus cómplices en el mundo, además de financiar una de las operaciones más miserables y negativas de la Historia, nada menos que el asesinato de la democracia, el único sistema ideado por el hombre que defiende abiertamente las libertades y derechos de los ciudadanos frente al poder abusivo de los gobiernos y los estados.
Nunca olvidaré lo que me dijo Fidel en una de nuestras conversaciones, cuando yo era el periodista director de la Agencia EFE en Cuba: "Gallego, no olvides nunca que el futuro pertenece por entero al socialismo". Yo me reía entonces porque pensaba, como hoy, que el futuro pertenece a la democracia y la libertad, pero empiezo a tener dudas.
Francisco Rubiales