El Rey se posicionó contra Sánchez, que está rabioso en la Moncloa, pero el ataque del monarca es insuficiente para hacer retroceder al depredador
Todos los socios del Gobierno critican el "desesperado" discurso del Rey y aseguran que Felipe será el último monarca español.
La verdad es que el Rey ha apelado al cumplimiento de la Constitución como garantía de unión y de progreso y ha afirmado que fuera de la Constitución no hay democracia ni libertad, pero el problema es que el PSOE, que es quien destroza la Constitución a martillazos, se niega a aceptar la crítica profunda del rey a su política y, cargado de hipocresía, dice que las palabras del monarca avalan su política.
Sólo PP y Vox cierran filas y apoyan a Felipe VI. Pero el PP, el mayor partido de la derecha, cada día es más confuso, difuso y débil ante el avance del sanchismo y su banda.
La posición de Voto en Blanco, desde minutos después del discurso, es que el Rey se quedó corto en su discurso porque la Constitución no se defiende hablando bien de ella, sino denunciando, parando en seco a los que la violan e impidiendo que el crimen siga adelante. Sabíamos que el PSOE lo tergiversaría todo y no se daría por aludido, a pesar de que Sánchez era la diana sobre la que el Rey disparó su lluvia de advertencias, quejas y denuncias.
El siguiente párrafo, publicado el 25 de diciembre, resume la posición certera de Voto en Blanco: "Muchos españoles ingenuos esperaban que el Rey repitiera aquella hermosa y patriótica acción de 2017, cuando paró en seco la rebelión de los golpistas delincuentes de Cataluña, pero no se ha atrevido a hacer lo mismo con Pedro Sánchez, que aunque vista los ropajes de presidente del gobierno, no deja de ser otro rebelde que se ha alzado contra el Estado de Derecho y la Constitución".
Esperemos que al menos las palabras del monarca contra la rebelión anticonstitucional del PSOE sirvan para fortalecer la resistencia española contra el sanchismo y sus abusos y arbitrariedades, que no para de crecer, y que penetre con fuerza en los cuarteles, en la Justicia y en ese sector amplio de la sociedad que está dispuesto a resistir las suciedades del líder socialista, sus enfermizas ansias de poder y sus ataques frontales contra el Estado de Derecho.
Para entender toda la naturaleza y alcance del discurso del monarca hay que leer el artículo publicado el 25 de diciembre por Voto en Blanco, titulado El discurso del rey, hermoso, pero insuficiente e inútil
¿Qué pasará después del discurso en España? Nada. Todo seguirá igual. Sánchez necesita más pólvora y más metralla para retroceder. Su rostro es de acero, su conciencia se ha esfumado, su corazón está lleno de veneno y su alma es la de un filibustero.
Francisco Rubiales
La verdad es que el Rey ha apelado al cumplimiento de la Constitución como garantía de unión y de progreso y ha afirmado que fuera de la Constitución no hay democracia ni libertad, pero el problema es que el PSOE, que es quien destroza la Constitución a martillazos, se niega a aceptar la crítica profunda del rey a su política y, cargado de hipocresía, dice que las palabras del monarca avalan su política.
Sólo PP y Vox cierran filas y apoyan a Felipe VI. Pero el PP, el mayor partido de la derecha, cada día es más confuso, difuso y débil ante el avance del sanchismo y su banda.
La posición de Voto en Blanco, desde minutos después del discurso, es que el Rey se quedó corto en su discurso porque la Constitución no se defiende hablando bien de ella, sino denunciando, parando en seco a los que la violan e impidiendo que el crimen siga adelante. Sabíamos que el PSOE lo tergiversaría todo y no se daría por aludido, a pesar de que Sánchez era la diana sobre la que el Rey disparó su lluvia de advertencias, quejas y denuncias.
El siguiente párrafo, publicado el 25 de diciembre, resume la posición certera de Voto en Blanco: "Muchos españoles ingenuos esperaban que el Rey repitiera aquella hermosa y patriótica acción de 2017, cuando paró en seco la rebelión de los golpistas delincuentes de Cataluña, pero no se ha atrevido a hacer lo mismo con Pedro Sánchez, que aunque vista los ropajes de presidente del gobierno, no deja de ser otro rebelde que se ha alzado contra el Estado de Derecho y la Constitución".
Esperemos que al menos las palabras del monarca contra la rebelión anticonstitucional del PSOE sirvan para fortalecer la resistencia española contra el sanchismo y sus abusos y arbitrariedades, que no para de crecer, y que penetre con fuerza en los cuarteles, en la Justicia y en ese sector amplio de la sociedad que está dispuesto a resistir las suciedades del líder socialista, sus enfermizas ansias de poder y sus ataques frontales contra el Estado de Derecho.
Para entender toda la naturaleza y alcance del discurso del monarca hay que leer el artículo publicado el 25 de diciembre por Voto en Blanco, titulado El discurso del rey, hermoso, pero insuficiente e inútil
¿Qué pasará después del discurso en España? Nada. Todo seguirá igual. Sánchez necesita más pólvora y más metralla para retroceder. Su rostro es de acero, su conciencia se ha esfumado, su corazón está lleno de veneno y su alma es la de un filibustero.
Francisco Rubiales