El cadaver del sacristán asesinado
Yassine Kanjaa, el yihadista asesino, de origen marroquí, comenzó el ataque en la capilla de San Isidro, que se encuentra en una de las zonas más conocidas de Algeciras. Ahí, vestido con una chilaba y machete en mano, entró derribando cruces e imágenes y, según distintos medios locales, llegó incluso a subirse al altar mayor del templo.
En ese momento, el párroco instó al hombre a salir de la capilla y, una vez salieron fuera, el atacante le amenazó y posteriormente se abalanzó sobre él para después asestarle una puñalada en el cuello. Se trata del párroco Antonio Rodríguez, quien se encuentra en estado grave.
Después de este primer ataque, según Diario Sur, el agresor amenazó a dos mujeres, motivo por el que fue reprendido por Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma. Tras ello, el yihadista le habría asestado un primer machetazo en el abdomen, por lo que el sacristán salió corriendo en dirección a Plaza Alta, lugar que aparece en las imágenes que acompañan a este texto. Ahí, Valencia se desplomó en el suelo, lo que aprovechó el magrebí para golpearle con el machete en la cabeza hasta la muerte.
“El ataque en Algeciras no nos sorprende, iba a pasar tarde o temprano porque no hay control fronterizo". Lo declaran algunos empresarios de Algeciras entrevistados después del atentado a las iglesias del centro de la ciudad, que acusan claramente a la falta de control migratorio como el origen de estos atentados.
Otro empresario algecireño, con un negocio cerca del lugar de los atentados, dice: “En la medida que no hay control, pasan cosas así”, e insiste, “no es cuestión de ideologías, es que el tema fronterizo se ha ido de las manos”.
Las mismas fuerzas de seguridad tienen claro que el problema es de la falta de controles fronterizos y de la política de ayudas al que llega, incluso al que lo hace violando las fronteras, en contra de la ley.
Esa falta de controles y las ayudas masivas del gobierno de Sánchez a los que llegan del norte de África han convertido a Marruecos en un país exportador de delincuentes y a España en una inmensa patera suicida.
Feligreses de las iglesias atacadas en Algeciras, alterados por lo que vivieron, afirman: «Había personas mayores; pudo ser una masacre».
La política de inmigración de Sánchez ha convertido a España en un coladero donde los que llegan entran sin ser controlados ni filtrados. Ese incumplimiento de la Constitución, que obliga al gobierno a defender las fronteras, está convirtiendo a España en una inmensa patera, sobre todo para los marroquíes, que son los protegidos por el sanchismo, aunque nadie sepa por qué. Desde España, los marroquíes y otros inmigrantes ilegales invaden Europa.
Algeciras y todo su entorno es hoy una enorme base de inmigrantes procedentes de Marruecos. Muchos se quedan en la ciudad, pero la mayoría se esparcen por España y Europa. Hasta ahora, la convivencia fue notable, aunque cada comunidad vivía en espacios separados, pero lo ocurrido se veía venir y la posibilidad de que se produjeran enfrentamientos, disturbios y ataques armados había sido advertido por muchas personas.
Ojalá lo ocurrido sirva para que el gobierno de Sánchez haga sus deberes, cumpla la Constitución y controle las vías de entrada en España a la marea de ilegales que la invaden, muchos de los cuales llegan con animo de vivir de los subsidios, delinquir y sin intención alguna de adaptarse a la cultura española e integrarse.
Francisco Rubiales
En ese momento, el párroco instó al hombre a salir de la capilla y, una vez salieron fuera, el atacante le amenazó y posteriormente se abalanzó sobre él para después asestarle una puñalada en el cuello. Se trata del párroco Antonio Rodríguez, quien se encuentra en estado grave.
Después de este primer ataque, según Diario Sur, el agresor amenazó a dos mujeres, motivo por el que fue reprendido por Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma. Tras ello, el yihadista le habría asestado un primer machetazo en el abdomen, por lo que el sacristán salió corriendo en dirección a Plaza Alta, lugar que aparece en las imágenes que acompañan a este texto. Ahí, Valencia se desplomó en el suelo, lo que aprovechó el magrebí para golpearle con el machete en la cabeza hasta la muerte.
“El ataque en Algeciras no nos sorprende, iba a pasar tarde o temprano porque no hay control fronterizo". Lo declaran algunos empresarios de Algeciras entrevistados después del atentado a las iglesias del centro de la ciudad, que acusan claramente a la falta de control migratorio como el origen de estos atentados.
Otro empresario algecireño, con un negocio cerca del lugar de los atentados, dice: “En la medida que no hay control, pasan cosas así”, e insiste, “no es cuestión de ideologías, es que el tema fronterizo se ha ido de las manos”.
Las mismas fuerzas de seguridad tienen claro que el problema es de la falta de controles fronterizos y de la política de ayudas al que llega, incluso al que lo hace violando las fronteras, en contra de la ley.
Esa falta de controles y las ayudas masivas del gobierno de Sánchez a los que llegan del norte de África han convertido a Marruecos en un país exportador de delincuentes y a España en una inmensa patera suicida.
Feligreses de las iglesias atacadas en Algeciras, alterados por lo que vivieron, afirman: «Había personas mayores; pudo ser una masacre».
La política de inmigración de Sánchez ha convertido a España en un coladero donde los que llegan entran sin ser controlados ni filtrados. Ese incumplimiento de la Constitución, que obliga al gobierno a defender las fronteras, está convirtiendo a España en una inmensa patera, sobre todo para los marroquíes, que son los protegidos por el sanchismo, aunque nadie sepa por qué. Desde España, los marroquíes y otros inmigrantes ilegales invaden Europa.
Algeciras y todo su entorno es hoy una enorme base de inmigrantes procedentes de Marruecos. Muchos se quedan en la ciudad, pero la mayoría se esparcen por España y Europa. Hasta ahora, la convivencia fue notable, aunque cada comunidad vivía en espacios separados, pero lo ocurrido se veía venir y la posibilidad de que se produjeran enfrentamientos, disturbios y ataques armados había sido advertido por muchas personas.
Ojalá lo ocurrido sirva para que el gobierno de Sánchez haga sus deberes, cumpla la Constitución y controle las vías de entrada en España a la marea de ilegales que la invaden, muchos de los cuales llegan con animo de vivir de los subsidios, delinquir y sin intención alguna de adaptarse a la cultura española e integrarse.
Francisco Rubiales