El antieuropeísmo de VOX fue un error
En un país como España, donde los comunistas y los socialistas radicalizados del sanchismo avanzan hacia la tiranía y el abuso de poder, Europa además de ser un proyecto ilusionante de unidad y de paz es un "seguro de vida, democracia y libertad". El error de Abascal fue olvidarse de que Europa, a pesar de sus defectos, de que haya dejado de ser de los ciudadanos, se haya entregado a los políticos y de que su apuesta globalizadora genere graves problemas e injusticias, es para España un salvavidas y una fuente de esperanza frente al ataque de los tiranos Sánchez, Iglesias, BILDU, el comunismo y el independentismo cargado de odio y revancha.
Cuestionar a Europa, para la España secuestrada por el sanchismo, es un suicidio. Abascal lo olvidó y regaló a sus enemigos el único argumento serio para descalificarlo. Su discurso anti europeo fue un grave error que debió haber evitado.
A millones de españoles no nos gusta la Europa actual, dominada por los burócratas y por los políticos, elitista, próxima a las tesis globalizadoras que amenazan la democracia y alejada de los ciudadanos y de sus intereses. Europa se merece un buen ataque por su alejamiento de los ciudadanos y su cobarde entrega a los políticos, a sus partidos y a las élites del poder mundial, pero una cosa es que no nos guste y otra muy distinta atacarla desde un país como España porque, sin Europa, España tal vez sería hoy una cloaca totalitaria arruinada, colonia de China, Cuba, Venezuela y el resto de las tiranías rojas que gobiernan en el mundo países de esclavos hambrientos.
Atacar a la Europa que nos envía dinero para que no nos hundamos y que frena las ansias totalitarias de Pedro Sánchez, se mire como se mire, es insensato en estos momentos.
Nada más acabar el discurso de Abascal, en las filas del PP comenzó a extenderse la tesis de que contenía una apuesta antieuropea. Fue la excusa principal para condenarlo y justificar lo que vendría después, el brutal ataque de Casado al único partido aliado fiable que tenía en el espectro político, del que depende que un día gobierne España.
"Bochornoso espectáculo de Vox en la moción de censura", escribió en Twitter José Ignacio Echániz, portavoz adjunto del PP en el Congreso. Fue la primera reacción de los conservadores ante el discurso de Santiago Abascal. Más que los ataques al estado autonómico, lo que de verdad sirvió de excusa para condenar al líder de VOX fue su arremetida contra la construcción de Europa y el multiculturalismo. Teodoro García Egea también destacó con acierto que las críticas de Abascal a la Unión Europea fueron "un error". Aunque fueron suaves y alusiones de pasada, las notas anti europeas del discurso de Abascal sirvieron de munición para bombardearlo.
Los que hemos seguido desde el principio la historia del pensamiento de VOX sabemos que su antieuropeísmo no es tan acentuado como se quiere hacer ver, pero Abascal, realmente, cometió un error al incluir frases antieuropeas en su discurso, dando a sus enemigos, que no solo estaban en la izquierda sino también en la derecha, argumentos para masacrarle. Su poderoso y razonado ataque a la España secuestrada y maltratada por el extremismo insensato, corrupto y anticonstitucional de la izquierda que capitanean Sánchez e Iglesias perdió contundencia por culpa del "error" antieuropeo.
Francisco Rubiales
Cuestionar a Europa, para la España secuestrada por el sanchismo, es un suicidio. Abascal lo olvidó y regaló a sus enemigos el único argumento serio para descalificarlo. Su discurso anti europeo fue un grave error que debió haber evitado.
A millones de españoles no nos gusta la Europa actual, dominada por los burócratas y por los políticos, elitista, próxima a las tesis globalizadoras que amenazan la democracia y alejada de los ciudadanos y de sus intereses. Europa se merece un buen ataque por su alejamiento de los ciudadanos y su cobarde entrega a los políticos, a sus partidos y a las élites del poder mundial, pero una cosa es que no nos guste y otra muy distinta atacarla desde un país como España porque, sin Europa, España tal vez sería hoy una cloaca totalitaria arruinada, colonia de China, Cuba, Venezuela y el resto de las tiranías rojas que gobiernan en el mundo países de esclavos hambrientos.
Atacar a la Europa que nos envía dinero para que no nos hundamos y que frena las ansias totalitarias de Pedro Sánchez, se mire como se mire, es insensato en estos momentos.
Nada más acabar el discurso de Abascal, en las filas del PP comenzó a extenderse la tesis de que contenía una apuesta antieuropea. Fue la excusa principal para condenarlo y justificar lo que vendría después, el brutal ataque de Casado al único partido aliado fiable que tenía en el espectro político, del que depende que un día gobierne España.
"Bochornoso espectáculo de Vox en la moción de censura", escribió en Twitter José Ignacio Echániz, portavoz adjunto del PP en el Congreso. Fue la primera reacción de los conservadores ante el discurso de Santiago Abascal. Más que los ataques al estado autonómico, lo que de verdad sirvió de excusa para condenar al líder de VOX fue su arremetida contra la construcción de Europa y el multiculturalismo. Teodoro García Egea también destacó con acierto que las críticas de Abascal a la Unión Europea fueron "un error". Aunque fueron suaves y alusiones de pasada, las notas anti europeas del discurso de Abascal sirvieron de munición para bombardearlo.
Los que hemos seguido desde el principio la historia del pensamiento de VOX sabemos que su antieuropeísmo no es tan acentuado como se quiere hacer ver, pero Abascal, realmente, cometió un error al incluir frases antieuropeas en su discurso, dando a sus enemigos, que no solo estaban en la izquierda sino también en la derecha, argumentos para masacrarle. Su poderoso y razonado ataque a la España secuestrada y maltratada por el extremismo insensato, corrupto y anticonstitucional de la izquierda que capitanean Sánchez e Iglesias perdió contundencia por culpa del "error" antieuropeo.
Francisco Rubiales