Alfredo Sánchez Moteseirín, considerado como uno de los peores y más impopulares alcaldes de Sevilla, desde la muerte de Franco, podría, sin embargo, repetir mandato.
Eso es al menos lo que opinan los estrategas socialistas, una vez comprobado en las encuestas que la impopularidad de Alfredo Sánchez Monteseirín no se refleja en una pérdida generalizada de votos.
Hace seis meses, el PSOE daba por perdida la ciudad de Sevilla, única de las capitales andaluzas que tiene un alcalde socialista. Incluso hoy, el alcalde Monteseirín perdería la alcaldía si se abrieran las urnas. Sin embargo, el bajo perfil de los partidos de la oposición (Partido Popular y Partido Andalucista) está permitiendo a los socialistas recuperar la esperanza, a pesar de contar con un candidato cuya popularidad, prestigio e imagen están por los suelos.
Los estrategas socialistas confian en que muchos sevillanos, hoy distanciados de su alcalde hasta extremos insospechados, vuelvan a depositar en él su confianza una vez que terminen las actuales obras, que tienen a la ciudad plagada de suciedad y de molestias, y cuando comprueben la debilidad y falta de empuje de la oposición.
El PSOE, dando por perdida Sevilla por el hundimiento de la imagen de Monteseirín, buscó un sustituto a la desesperada y llegó a ofrecer la candidatura a varios personajes importantes, entre ellos a Rafael Escuredo, expresidente de la Junta, y Alfonso Guerra, exvicepresidente del gobierno, los cuales rechazaron la invitación.
Pero la situación, aunque parezca increíble, podría cambiar y el alcalde más impopular de la democracia podría repetir mandato, eso sí contando con el apoyo de Izquierda unida, si la oposición sigue mostrándose incapaz de capitalizar el descontento ciudadano y de generar ilusión en el electorado.
Eso es al menos lo que opinan los estrategas socialistas, una vez comprobado en las encuestas que la impopularidad de Alfredo Sánchez Monteseirín no se refleja en una pérdida generalizada de votos.
Hace seis meses, el PSOE daba por perdida la ciudad de Sevilla, única de las capitales andaluzas que tiene un alcalde socialista. Incluso hoy, el alcalde Monteseirín perdería la alcaldía si se abrieran las urnas. Sin embargo, el bajo perfil de los partidos de la oposición (Partido Popular y Partido Andalucista) está permitiendo a los socialistas recuperar la esperanza, a pesar de contar con un candidato cuya popularidad, prestigio e imagen están por los suelos.
Los estrategas socialistas confian en que muchos sevillanos, hoy distanciados de su alcalde hasta extremos insospechados, vuelvan a depositar en él su confianza una vez que terminen las actuales obras, que tienen a la ciudad plagada de suciedad y de molestias, y cuando comprueben la debilidad y falta de empuje de la oposición.
El PSOE, dando por perdida Sevilla por el hundimiento de la imagen de Monteseirín, buscó un sustituto a la desesperada y llegó a ofrecer la candidatura a varios personajes importantes, entre ellos a Rafael Escuredo, expresidente de la Junta, y Alfonso Guerra, exvicepresidente del gobierno, los cuales rechazaron la invitación.
Pero la situación, aunque parezca increíble, podría cambiar y el alcalde más impopular de la democracia podría repetir mandato, eso sí contando con el apoyo de Izquierda unida, si la oposición sigue mostrándose incapaz de capitalizar el descontento ciudadano y de generar ilusión en el electorado.