Pocas imágenes reflejan con mayor fidelidad la decadencia de España que la que ayer protagonizaron en Madrid el dictador venezolano Hugo Chávez, el rey de España y el presidente Zapatero, todo un festival de agasajos, risas y bromas que demostró que la España actual no sabe distinguir entre un líder democrático y un gorila.
El espectáculo del poder político español agasajando al golpista venezolano causó vergüenza a los auténticos demócratas españoles, escandalizados ante el trato ofrecido a un dictador que hizo esperar una hora al rey y casi el mismo tiempo al presidente del gobierno, que ni siquiera se atrevió a exigir al dictador caribeño que pidiera perdón por sus ofensas en la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile.
Mientras tanto, Barack Obama, probable próximo presidente de Estados Unidos, ignoró a España en su reciente gira mundial, en la que incluyó escalas en Berlín, París y Londres.
La España que gobierna Zapatero no sólo se empobrece víctima de una crisis económica que el presidente se niega a reconocer, sino que "goza" de un bien ganado desprestigio internacional, producto también de la catetez y de la impericia de sus gobernantes.
Quizás la frase que mejor describe el bochornoso recibimiento español al dictador venezolano sea la que pronuncio Hugo Chávez cuando dijo: "Esto se parece a Cuba".
Desde Voto en Blanco no propiciamos el enfrentamiento o la marginación de Venezuela, sino todo lo contrario, pero exigimos al gobierno presuntamente democrático de España que sepa distinguir entre un tirano y un demócrata y que sepa comportarse frente a un gorila con rigor y solvencia.
El espectáculo del poder político español agasajando al golpista venezolano causó vergüenza a los auténticos demócratas españoles, escandalizados ante el trato ofrecido a un dictador que hizo esperar una hora al rey y casi el mismo tiempo al presidente del gobierno, que ni siquiera se atrevió a exigir al dictador caribeño que pidiera perdón por sus ofensas en la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile.
Mientras tanto, Barack Obama, probable próximo presidente de Estados Unidos, ignoró a España en su reciente gira mundial, en la que incluyó escalas en Berlín, París y Londres.
La España que gobierna Zapatero no sólo se empobrece víctima de una crisis económica que el presidente se niega a reconocer, sino que "goza" de un bien ganado desprestigio internacional, producto también de la catetez y de la impericia de sus gobernantes.
Quizás la frase que mejor describe el bochornoso recibimiento español al dictador venezolano sea la que pronuncio Hugo Chávez cuando dijo: "Esto se parece a Cuba".
Desde Voto en Blanco no propiciamos el enfrentamiento o la marginación de Venezuela, sino todo lo contrario, pero exigimos al gobierno presuntamente democrático de España que sepa distinguir entre un tirano y un demócrata y que sepa comportarse frente a un gorila con rigor y solvencia.
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