El Congreso vivió ayer una jornada memorable y de gran significado para la democracia y la lucha popular contra la injusticia propiciada por los políticos. El Partido Popular, arrogante e insensible a los deseos de los ciudadanos, había anunciado que se opondría a la iniciativa popular contra los desahucios, respaldada por el grueso de la opinión pública y casi un millón y medio de firmas, pero en medio del debate se informó a la Cámara que una pareja de jubilados mallorquines se había quitado la vida tras recibir la orden de embargo de su vivienda. El PP sintió miedo, un saludable miedo a un pueblo cansado de sus políticos, cambió de criterio, anunció que apoyaría la iniciativa popular y se produjo la sorpresa.
La aceptación a tramitar la iniciativa contra el desahucio, cuyo objetivo es lograr que la entrega de la vivienda salde por completo la deuda contraída con el banco (dación en pago) no implica que vaya a ser aprobada, pero significa un paso adelante en democracia y una rectificación saludable de la arrogancia y soberbia estúpida de los políticos de la derecha española, habituada a legislar y gobernar en contra de la voluntad popular, como si esa barbaridad fuera compatible con la verdadera democracia.
Tanto el PP como el PSOE votaron ya en el pasado en contra de la dación en pago, pero hoy, gracias a la presión del pueblo y a los muchos que se suicidan antes de que les arrebaten su vivienda, todos los partidos están cambiando de opinión.
La legislación española que permite el desahucio y que condena al desahuciado no sólo a perder su vivienda sino a quedar endeudado con el banco hasta que su hipoteca quede completamente saldada, es injusta y constituye un claro abuso de poder que beneficia a los bancos. Los políticos españoles se han negado a reformar esa legislación oprobiosa hasta ahora, pero, por fortuna, el miedo está horadando la arrogancia y la injusticia de los políticos, que cambian de opinión sólo porque temen la venganza de los ciudadanos en las urnas y hasta la posibilidad de revueltas callejeras de ciudadanos indignados y asqueados.
El PP recriminó al PSOE que no hubiera hecho nada cuando gobernaba y recordó que José Luis Rodríguez Zapatero advirtió de que aceptar la dación en pago "pondría en peligro a la banca".
Al final, el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad admitir a trámite la iniciativa legislativa popular (ILP) que reclama la dación en pago retroactiva.
Durante el debate, los representantes de la plataforma contra los desahucios que asistían al pleno del Congreso fueron desalojados y uno de sus miembros quedó detenido.
La aceptación a tramitar la iniciativa contra el desahucio, cuyo objetivo es lograr que la entrega de la vivienda salde por completo la deuda contraída con el banco (dación en pago) no implica que vaya a ser aprobada, pero significa un paso adelante en democracia y una rectificación saludable de la arrogancia y soberbia estúpida de los políticos de la derecha española, habituada a legislar y gobernar en contra de la voluntad popular, como si esa barbaridad fuera compatible con la verdadera democracia.
Tanto el PP como el PSOE votaron ya en el pasado en contra de la dación en pago, pero hoy, gracias a la presión del pueblo y a los muchos que se suicidan antes de que les arrebaten su vivienda, todos los partidos están cambiando de opinión.
La legislación española que permite el desahucio y que condena al desahuciado no sólo a perder su vivienda sino a quedar endeudado con el banco hasta que su hipoteca quede completamente saldada, es injusta y constituye un claro abuso de poder que beneficia a los bancos. Los políticos españoles se han negado a reformar esa legislación oprobiosa hasta ahora, pero, por fortuna, el miedo está horadando la arrogancia y la injusticia de los políticos, que cambian de opinión sólo porque temen la venganza de los ciudadanos en las urnas y hasta la posibilidad de revueltas callejeras de ciudadanos indignados y asqueados.
El PP recriminó al PSOE que no hubiera hecho nada cuando gobernaba y recordó que José Luis Rodríguez Zapatero advirtió de que aceptar la dación en pago "pondría en peligro a la banca".
Al final, el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad admitir a trámite la iniciativa legislativa popular (ILP) que reclama la dación en pago retroactiva.
Durante el debate, los representantes de la plataforma contra los desahucios que asistían al pleno del Congreso fueron desalojados y uno de sus miembros quedó detenido.