El partido "Ciudadanos", que parece el único, junto con VOX, dispuesto a frenar la sucia deriva de la corrupción institucionalizada en España, se ha dado cuenta de la nueva jugada tramposa del nacionalismo vasco y ha advertido al PP que ellos dejarán de apoyar los presupuestos si conceden a los vascos privilegios inadmisibles, como son ciertos beneficios para los etarras, manejar la caja de la Seguridad Social y la gestión de las prisiones.
Por fortuna para España, Ciudadanos parece darse cuenta que tanta inmoralidad exhiben los que exigen privilegios a cambio de votos como los que los otorgan para seguir disfrutando del poder, una práctica inicua que han realizado prácticamente todos los gobiernos españoles con los nacionalismos vasco y catalán y que, en el caso de Cataluña, ha potenciado el odio nacionalista a España y el independentismo.
Esas negociaciones con los nacionalistas vascos y catalanes han roto la igualdad de los españoles garantizada por la Constitución y han otorgado a Cataluña y al País Vasco privilegios que siempre representan desigualdades y merma de las demás regiones españolas.
Pero lo grave de esa práctica es que demuestra que la deslealtad y el independentismo tienen premio, en lugar de ser castigados como merecen.
El grave conflicto de los separatistas catalanes ha servido para que la ciudadanía despierte y rechace con furia y asco esas prácticas corruptas de los partidos políticos españoles, que han sido fuentes de indignidad, desigualdad e injusticia.
Francisco Rubiales
Por fortuna para España, Ciudadanos parece darse cuenta que tanta inmoralidad exhiben los que exigen privilegios a cambio de votos como los que los otorgan para seguir disfrutando del poder, una práctica inicua que han realizado prácticamente todos los gobiernos españoles con los nacionalismos vasco y catalán y que, en el caso de Cataluña, ha potenciado el odio nacionalista a España y el independentismo.
Esas negociaciones con los nacionalistas vascos y catalanes han roto la igualdad de los españoles garantizada por la Constitución y han otorgado a Cataluña y al País Vasco privilegios que siempre representan desigualdades y merma de las demás regiones españolas.
Pero lo grave de esa práctica es que demuestra que la deslealtad y el independentismo tienen premio, en lugar de ser castigados como merecen.
El grave conflicto de los separatistas catalanes ha servido para que la ciudadanía despierte y rechace con furia y asco esas prácticas corruptas de los partidos políticos españoles, que han sido fuentes de indignidad, desigualdad e injusticia.
Francisco Rubiales