El Opus Dei intenta pero no consigue dialogar con la multinacional del entretenimiento Sony-Columbia Pictures sobre los contenidos "anti-Opus Dei" de la novela "El código da Vinci", que, después de haberse convertido en best seller mundial, será estrenada en las pantallas cinematográficas del todo el mundo, en mayo próximo.
La Prelatura se queja con amargura ante la actitud de la multinacional y señala que la respuesta ha sido simplemente una "amable indiferencia". Lo ha comunicado el portavoz en Roma del Opus, el español Manuel Sánchez Hurtado, de quien se habla como el auténtico sucesor de Joaquín Navarro Vals por sus conocimientos y su gran capacidad como comunicador.
Sánchez Hurtado reconoce que "Como es natural, preferiríamos que el Opus Dei no fuera citado".
El código Da Vinci desarrolla una trama que pretende esclarecer el supuesto secreto de amor entre Jesucristo y María Magdalena. El Opus, que aparece en la obra literaria como una especie de servicio secreto de la Iglesia, oscuro y capaz de utilizar métodos nada recomendables, quiere conseguir al menos no ser mencionado en la versión para el cine, ya que considera innecesarias y lesivas las alusiones en la obra orignal.
En este momento se está librando una lucha de presiones intensas: por una parte el poderoso Opus Dei, que no quiere ser mencionado en el film, y por otra la no menos poderosa multinacional del entretenimiento Sony-Columbia, que se niega a modificar el film y que sostiene que "esta película no tiene nada que ver con la religión", y que "no desean ofender a nadie".
Sánchez Hurtado explica: "De la película sólo se conocen pocas imágenes, las del trailer de publicidad. Por tanto, no estamos pidiendo que se eliminen escenas de la película. Estamos ante un supuesto completamente ajeno a la censura. Defendemos la libertad de expresión, la que no consideramos incompatible con el respeto a las creencias. Mantenemos la esperanza en una decisión por parte Sony, que armonice libertad de expresión y respeto a las creencias de los católicos."
Desde Voto en Blanco sólo deseamos buena suerte a Sánchez Hurtado y preguntarle a Sony si se atreverían a reproducir en una de sus películas ofensas y alusiones negativas a Mahoma y a la religión musulmana. Nos tememos que Sony sería menos valiente y osado con la cultura islámica que con la católica. Es más, estamos seguros que la multinacional, insensible ante las pacíficas protestas cristianas , emitidas desde la libertad de expresión, cedería a la cobardía y al miedo antes que a enfrentarse hoy a la protesta salvaje de las masas fanatizadas del Islam.
La Prelatura se queja con amargura ante la actitud de la multinacional y señala que la respuesta ha sido simplemente una "amable indiferencia". Lo ha comunicado el portavoz en Roma del Opus, el español Manuel Sánchez Hurtado, de quien se habla como el auténtico sucesor de Joaquín Navarro Vals por sus conocimientos y su gran capacidad como comunicador.
Sánchez Hurtado reconoce que "Como es natural, preferiríamos que el Opus Dei no fuera citado".
El código Da Vinci desarrolla una trama que pretende esclarecer el supuesto secreto de amor entre Jesucristo y María Magdalena. El Opus, que aparece en la obra literaria como una especie de servicio secreto de la Iglesia, oscuro y capaz de utilizar métodos nada recomendables, quiere conseguir al menos no ser mencionado en la versión para el cine, ya que considera innecesarias y lesivas las alusiones en la obra orignal.
En este momento se está librando una lucha de presiones intensas: por una parte el poderoso Opus Dei, que no quiere ser mencionado en el film, y por otra la no menos poderosa multinacional del entretenimiento Sony-Columbia, que se niega a modificar el film y que sostiene que "esta película no tiene nada que ver con la religión", y que "no desean ofender a nadie".
Sánchez Hurtado explica: "De la película sólo se conocen pocas imágenes, las del trailer de publicidad. Por tanto, no estamos pidiendo que se eliminen escenas de la película. Estamos ante un supuesto completamente ajeno a la censura. Defendemos la libertad de expresión, la que no consideramos incompatible con el respeto a las creencias. Mantenemos la esperanza en una decisión por parte Sony, que armonice libertad de expresión y respeto a las creencias de los católicos."
Desde Voto en Blanco sólo deseamos buena suerte a Sánchez Hurtado y preguntarle a Sony si se atreverían a reproducir en una de sus películas ofensas y alusiones negativas a Mahoma y a la religión musulmana. Nos tememos que Sony sería menos valiente y osado con la cultura islámica que con la católica. Es más, estamos seguros que la multinacional, insensible ante las pacíficas protestas cristianas , emitidas desde la libertad de expresión, cedería a la cobardía y al miedo antes que a enfrentarse hoy a la protesta salvaje de las masas fanatizadas del Islam.