Información y Opinión

El Congreso abre sus puertas, pero acuden pocos ciudadanos





El desengaño y el cabreo de los ciudadanos con la clase política española tuvieron su efecto en la jornada de puertas abiertas que celebró hoy el Congreso de los Diputados, a la que acudieron menos ciudadanos que en anteriores ocasiones.

Esta primera 'oleada' de ciudadanos ha sido menor que en años anteriores. De hecho, ha habido varios minutos en los que ningún invitado ha atravesado el Vestíbulo de Isabel II, la primera estancia a la que se accede por la Puerta de los Leones.

Los miembros de la Mesa del Congreso, incapaces de reconocer que las escasas visitas se deben a la impopularidad de los políticos en España y al rechazo de los ciudadanos, han atribuido esta menor afluencia matutina al hecho que en esta vez las Puertas Abiertas se han convocado en día laborable. Después, en una entrevista radiofónica, ya con el Hemiciclo repleto de gente, el propio Posada ha admitido que quizá el parón del año pasado influya en que haya menos visitantes. "Romper la continuidad de las cosas puede provocar que venga algo menos de gente", ha comentado.

Vale todo con tal de no reconocer la sangrante verdad del profundo y creciente divorcio entre ciudadanos y políticos en España.

Un amigo, profesor de la Universidad Complutense, me llamó desde Madrid y me dijo: ¿Has visto que este año no hay colas en la Guarida de la Casta? Al principio no sabía de qué me hablaba, pero después advertí que la "Guarida de la Casta" era como él llamaba al Congreso, un lugar que en democracia debería ser de respeto y al que en el pasado, cuando los españoles todavía pensaban que vivían en una democracia, llamaban pomposamente "Templo de la palabra", "Hemiciclo del Debate" o "Templo de la Verdad".


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Martes, 3 de Diciembre 2013
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