Aún no hemos iniciado ni la más mínima presión para que cambien y se regeneren. Es más, creo que es imposible que lo hagan y de hecho sería lo mejor que nos podría pasar porque ver al lobo disfrazado de corderito sería una versión engañosa para salir del trance. Lo mejor es echarlos y que no quede ni uno sólo de los políticos que han colaborado con el actual régimen de corrupción, tal y como hicieron Polonia y Hungria con sus funcionarios comunistas, una gran purga y una desprogramación sectaria que les cure la enfermedad de las ideologías y del robo al ciudadano.
Una prueba de que no van a cambiar y de que están metidos en una espiral de hacer pagar al ciudadano la gestión delictiva que ellos hacen es que lo de Chipre, no solo no les asusta sino que les ha dado ideas. Al ínclito Montoro se le ha ocurrido que aún quedaba un resquicio para seguir saqueando al ciudadano y es, en lugar de una quita como le han hecho a los chipriotas, que al fin y al cabo es para recapitalizar a sus propios bancos, es decir a sus ahorros, aquí, el personaje que debiera haber protagonizado "Psicosis", nuestro desplumador oficial Montoro, ha pensado que podría gravar con más impuestos nuestros ahorros en los bancos, no para capitalizarlos que eso ya lo hemos hecho a base de bien sino para seguir despilfarrando el elenco de golfos que pululan por el Estado viviendo del cuento.
Y es que un político español sin despilfarrar y sin sablear al ciudadano no es un político, es otra cosa. A un político español le cuesta pensar, coge el atajo más fácil que es el de saquear a sus ciudadanos por tierra, mar y aire. Jamás se le ocurrirá renunciar como en el caso de Montoro que, teniendo 3 propiedades en Madrid pero habiendose presentado como candidato del PP por Sevilla tiene derecho a cobrar las dietas por vivir fuera, lo cual es tan falso como que tiene algún parecido con Robert Redford, pero a él se la trae floja pues una legislación elaborada por una mayoría del parlamento a favor de los parlamentarios donde sólo se encuentran privilegios como los 7 años de cotización suficientes para jubilarte mientras que el ciudadano la cobrará un dia antes de morirse, en fin la inmoralidad de estos personajes es equivalente a la cara dura que tienen y ésta a su vez a la verborrea de charlatán de feria con que engañan al pueblo.
Se está poniendo de moda el escrache, consiste en perseguir allá donde esté el político, sea su casa o una cafeteria, para que pase la verguenza de sentirse acosado por los ciudadanos a los que representa. En Valencia ya lo han hecho con algún diputado, yendo un grupo de ciudadanos a su propio domicilio y alertando a los vecinos de que viven junto a un corrupto y cómplice de los desahucios de la población. Esto quiere decir que la crispación aumenta y el nivel de presión que se ejerce sobre los políticos es mayor dia a dia, el circulo se va cerrando hasta llegar a un punto que no haya suficiente fuerza pública para protegerlos.
Los ciudadanos van comprendiendo donde está el mal y quienes lo han traido, sólo falta que de una vez por todas se den cuenta de que el mal seguirá entre nosotros mientras les sigan votando y para ello, para empezar a fumigar éste régimen de corrupción hay que empezar por dejar vacias las urnas. Abstención es deslegitimación y a partir de ahí nadie se puede erigir como representante de nadie, serán los ciudadanos los que marquen las pautas a seguir y los que inicien la apertura de un nuevo proceso político donde nada tengan que ver todos aquellos que hoy están en las instituciones corruptas.
Carlos RH
Una prueba de que no van a cambiar y de que están metidos en una espiral de hacer pagar al ciudadano la gestión delictiva que ellos hacen es que lo de Chipre, no solo no les asusta sino que les ha dado ideas. Al ínclito Montoro se le ha ocurrido que aún quedaba un resquicio para seguir saqueando al ciudadano y es, en lugar de una quita como le han hecho a los chipriotas, que al fin y al cabo es para recapitalizar a sus propios bancos, es decir a sus ahorros, aquí, el personaje que debiera haber protagonizado "Psicosis", nuestro desplumador oficial Montoro, ha pensado que podría gravar con más impuestos nuestros ahorros en los bancos, no para capitalizarlos que eso ya lo hemos hecho a base de bien sino para seguir despilfarrando el elenco de golfos que pululan por el Estado viviendo del cuento.
Y es que un político español sin despilfarrar y sin sablear al ciudadano no es un político, es otra cosa. A un político español le cuesta pensar, coge el atajo más fácil que es el de saquear a sus ciudadanos por tierra, mar y aire. Jamás se le ocurrirá renunciar como en el caso de Montoro que, teniendo 3 propiedades en Madrid pero habiendose presentado como candidato del PP por Sevilla tiene derecho a cobrar las dietas por vivir fuera, lo cual es tan falso como que tiene algún parecido con Robert Redford, pero a él se la trae floja pues una legislación elaborada por una mayoría del parlamento a favor de los parlamentarios donde sólo se encuentran privilegios como los 7 años de cotización suficientes para jubilarte mientras que el ciudadano la cobrará un dia antes de morirse, en fin la inmoralidad de estos personajes es equivalente a la cara dura que tienen y ésta a su vez a la verborrea de charlatán de feria con que engañan al pueblo.
Se está poniendo de moda el escrache, consiste en perseguir allá donde esté el político, sea su casa o una cafeteria, para que pase la verguenza de sentirse acosado por los ciudadanos a los que representa. En Valencia ya lo han hecho con algún diputado, yendo un grupo de ciudadanos a su propio domicilio y alertando a los vecinos de que viven junto a un corrupto y cómplice de los desahucios de la población. Esto quiere decir que la crispación aumenta y el nivel de presión que se ejerce sobre los políticos es mayor dia a dia, el circulo se va cerrando hasta llegar a un punto que no haya suficiente fuerza pública para protegerlos.
Los ciudadanos van comprendiendo donde está el mal y quienes lo han traido, sólo falta que de una vez por todas se den cuenta de que el mal seguirá entre nosotros mientras les sigan votando y para ello, para empezar a fumigar éste régimen de corrupción hay que empezar por dejar vacias las urnas. Abstención es deslegitimación y a partir de ahí nadie se puede erigir como representante de nadie, serán los ciudadanos los que marquen las pautas a seguir y los que inicien la apertura de un nuevo proceso político donde nada tengan que ver todos aquellos que hoy están en las instituciones corruptas.
Carlos RH